En la línea de Pedro Sánchez, cuyo Ejecutivo se ha convertido en el gobierno con más ministras del mundo, el titular de la cartera de Exteriores, Josep Borrell, está tratando de impulsar el protagonismo de las mujeres en la diplomacia española.
La feminización de la carrera diplomática fue uno de los temas que trató desde su primera comparecencia en la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados el pasado 4 de julio, donde anunció su intención de celebrar un simposio internacional en Florencia para debatir sobre los efectos que tendría una participación mayor de las mujeres en la diplomacia.
Además, como respuesta a la escasez de cargos ocupados por mujeres en este sector, el Consejo de Ministros ha acordado este viernes el nombramiento de los representantes de España en ocho embajadas, de los que cuatro son mujeres. En concreto, las nuevas embajadoras encabezarán ejercerán sus funciones en Cabo Verde, Nicaragua, los Países Bajos y Portugal.
237 diplomáticas de un total de 900
La decisión trata de revertir el bajo porcentaje de mujeres que pertenecen al cuerpo diplomático español: un 26% del total. Además, del total de 907 diplomáticos españoles que están en activo en marzo de 2018, son mujeres 237. De ellas, 14 son jefas de misión en alguna de las 117 embajadas y solo 11 representaciones de España en el exterior, por lo que el carácter eminentemente masculino de la profesión -que estuvo vetada a las mujeres hasta 1964- sigue vigente.
Borrell ha asegurado que ese 26% el mismo porcentaje que el de las mujeres que se presentan a las oposiciones, por lo que, las mujeres aprobarían en la misma medida que los hombres. En cuanto a la participación de las mujeres en el Ministerio de Exteriores y en la diplomacia, el actual titular de la cartera atribuyó el escaso número de trabajadoras a la tardía incorporación de las mujeres a este ámbito laboral.
"La incorporación [de la mujer] a la carrera diplomática ha sido más tardía, como lo ha sido también a las ingenierías". Cabe tener en cuenta que para ser llegar a ser embajador o embajadora se requiere una experiencia de alrededor de 20 años en diplomacia, lo que produce que menos mujeres lleguen a embajadoras.
La profesión estuvo vetada a las mujeres hasta 1964 y se necesitan al menos 20 años de experiencia para poder ser embajador o embajadora
Sin embargo, y pese a la promoción de cuatro mujeres en los últimos ocho nombramientos, el ministerio de Borrell consta de tres Secretarías de Estado: la de Asuntos Exteriores, para la Unión Europea, y la de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe. Y son tres hombres -Fernando Martín Valenzuela Marzo, Luis Marco Aguiriano Nalda y Juan Pablo de Laiglesia y González de Peredo- los que las encabezan, mientras que la subsecretaría está liderada por una mujer, Beatriz Larrotcha Palma.
De acuerdo a Borrell, que ya prepara el simposio sobre 'Gender Diplomacy' de cara a otoño en la escuela de gobernanza transnacional del Instituto Universitario de Florencia se trata de "algo que va más allá de cuántas mujeres están en el cuerpo diplomático o cuántas son directoras generales, sino de qué manera la incorporación de la mujer en las relaciones diplomáticas implica un cambio sustantivo en la forma en la que estas se ejercen".
A nivel mundial, la presencia femenina en la carrera diplomática se ha incrementado en los últimos años en todo el mundo, pero sólo en nueve países las mujeres ocuparían más del 20% de los cargos de embajadora y el 73% de los mediadores en los conflictos son hombres, según se analizó el año pasado en un acto celebrado en la Universidad Carlos III de Madrid con el título Diplomacia, mujeres y liderazgo, donde destacó el ejemplo de Costa Rica, un país en el que cerca del 60% de los miembros del cuerpo diplomático son mujeres.
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