El Gobierno afronta semanas cruciales en la negociación del rescate de la Unión Europea para paliar los efectos del coronavirus. Y los mensajes que llegan de Bruselas no son nada alentadores para los intereses que defiende Pedro Sánchez ante sus socios.
El reparto del fondo de reconstrucción de 750.000 millones de euros se abordará en sendos consejos europeos el 9 de julio -de forma telemática- y el 17 y 18 de julio presencialmente. Las transferencias que defiende Sánchez pierden fuerza ante la presión de Alemania y otros países del norte de Europa.
Todos ellos se inclinan porque la mayor parte del dinero sea finalista y se entregue para financiar proyectos bien definidos y presupuestados en las cuentas del 2021. Dichos proyectos, dicen fuentes consultadas por Vozpópuli, deberán ir acompañados de programas de reducción del gasto. Es decir, recortes. Y está por verse si de subidas de determinados impuestos.
Habrá recortes
Otra de las preocupaciones en La Moncloa es la disponibilidad del dinero. Se da por supuesto que será inmediata. Es decir, que los países puedan disponer de los fondos que soliciten a partir de enero del 2021. Pero existe la duda de si el fondo se podrá cerrar en octubre o quizá más adelante, ya en 2021.
Sánchez está intentando cerrar un encuentro con la canciller Angela Merkel en Alemania para abordar esta negociaciones, tal y como ha informado este diario. El objetivo es que la reunión se celebre antes del primer consejo del 9 de enero. Alemania comienza su semestre de presidencia europeo el próximo 1 de julio.
España se enfrenta a una caída sin precedentes de su economía, que el Banco de España estima en el peor de los escenarios en un desplome superior al 15% del PIB para 2020. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una caída de un 12,8% del PIB este año, el peor escenario de todos los países analizados junto con Italia, que mantiene ese mismo porcentaje, y Francia, con un 12,5%.
La Comisión Europea presentó un Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros. De ellos, 560.000 millones se destinarán a ayudar a los países a financiar "reformas estructurales e inversiones" que Bruselas lleva tiempo pidiendo a algunos estados como España.
Trocear el rescate
Lo lógico, según explican fuentes del Ejecutivo, es que el Gobierno opte por vincular el primer paquete de ayudas a reformas más “amables”, como digitalización o transformación energética hacia las renovables. La estimación es que Alemania y los países del Norte saldrán antes que España de la crisis económica. Y a partir de ese momento la condicionalidad de acceso a los fondos se centrará en otros recortes que afectan de lleno al espíritu del Gobierno de coalición: pensiones o empleo, entre otros.
Una de las opciones que baraja Pedro Sánchez, presionado por los intereses de los partidos nacionalistas, es trocear la transferencia que reciba España entre las comunidades. Sería un formato similar al del fondo autonómico. La opción de repartir los fondos entre las comunidades es una prioridad de gobiernos nacionalistas e independentistas como los del País Vasco y Cataluña. Los ministros económicos prefieren centralizar la inversión y vigilar el cumplimiento de las reformas exigidas por Bruselas.
Una de las claves para conocer los planes de Sánchez estará en el proyecto de Presupuestos. El Gobierno no dará pistas sobre su propuesta hasta conocer qué dinero se pedirá a Europa y el coste en reformas y ajustes del plan. Sánchez, eso sí, tiene la baza de negociar con Ciudadanos e incluso el PP.
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