Política

Malestar en Ferraz por la jugada de Lambán contra la amnistía: "No sorprende, pero no agrada"

El PSOE abrirá expediente al expresidente de esa comunidad. Su entorno recuerda a la dirección que ha actuado como los 15 diputados que votaron 'no' a la investidura de Rajoy en 2016. Además, Montilla no fue sancionado en 2017 por no votar la aplicación del 155

Javier Lambán propició este martes un golpe la dirección federal de su partido. El expresidente de Aragón y todavía secretario general del PSOE en esa comunidad se ausentó de la votación en el Senado de la amnistía y remitió una carta al portavoz, Juan Espadas, donde expresó su posición. No lo hizo, aseguró, porque hubiera sido una insoportable lealtad con él mismo. El movimiento sentó a cuerno quemado en la planta noble de Ferraz, según coinciden varias fuentes consultadas por este diario.

No obstante, a nadie en el partido ha sorprendido que Lambán expresara su rechazo a la ley de amnistía, que siempre puso en el punto de mira. El problema no es el qué, es el cómo. Y es que Lambán no avisó a nadie, actuó por libre y tan solo llamó a Espadas horas antes de hacer pública la carta a los medios de comunicación. "No sorprende que Javier [Lambán] esté públicamente en contra de la amnistía, pero lo que no agrada es que rompiera la disciplina de voto y lo hiciera a través de una carta pública que puede dar alas a todos los que en el PSOE ven la ley como un mal trago", explica a este diario un barón socialista.

Otro se sitúa en la misma línea: "Yo creo que esto será anecdótico. Pero no hay duda de que el momento elegido es clave; tras las catalanas que tan bien nos fueron". El PSOE, a través de Espadas, ha explicado este miércoles que se abrirá expediente a Lambán. Su entorno, en conversación con este diario, se lo toma a risa y recuerda a la dirección del partido que ha actuado como los 15 diputados que votaron 'no' a la investidura de Rajoy en 2016. Toda una pulla a Pedro Sánchez.

Además, la comparación respecto a cómo procedió el PSOE con José Montilla en 2017 es inevitable: entonces, el expresidente de la Generalitat salió indemne a efectos disciplinarios tras decidir ausentarse del Senado para no votar la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Los socialistas, en general, creen que la amnistía es agua pasada. Al menos por ahora, hasta que entre en vigor y los jueces comiencen a aplicarla. Es más, el resultado de las elecciones catalanas, piensan, bendice la hoja de ruta del presidente. Y también la medida de gracia. Pero algunos dentro del partido recuerdan que el propio Sánchez no es un convencido de la medida de gracia. "Él mismo nos dijo que había que hacer de la necesidad virtud. De manera que lo que ha hecho Javier [Lambán] no es más que manifestar su rechazo a lo que considera poco virtuoso", defienden en el PSOE de Aragón.

La relación de Lambán con Sánchez es tan mala que en su día, cuando el hoy líder del PSOE fue laminado por el aparato de su partido en el convulso comité federal del 1 de octubre de 2016, Lambán espetó poco después a la prensa que más valía que Sánchez se fuera con tanta paz como dejaba y que no volviera a formar parte de los órganos de decisión del partido. Pero de nada le sirvió el anhelo, porque Sánchez, gira por España en coche incluida, volvió a escalar a la secretaría general tras ganar las primarias a la expresidenta Susana Díaz. Años después, "Lambán se tiene que comer [a Sánchez] como jefe en Moncloa", como sintetiza una fuente que conoce bien las interioridades de las relaciones entre ambos.

Sánchez ya está moviendo sus peones por los territorios. Y Aragón es una de las plazas claves. El presidente está impulsando allí a la ministra de Educación, Pilar Alegría. Tampoco es es ningún secreto que Alegría tiene una pésima relación Lambán, quien ya anunció que no repetirá como líder del PSOE de Aragón, entre otros motivos, por su cáncer de colon, del que se está resintiendo. Aunque en los círculos aragoneses no se considera a la ministra Alegría como una gran política. "Es bastante previsible y aquí hay algo de sorpresa con que haya sido elegida ministra", resume una fuente del PSOE aragonés.

Más allá de la carta de Lambán, en verdad, Sánchez controla el PSOE con puño de hierro. El presidente del Gobierno ha cumplido cesión tras cesión a los independentistas sin apenas oposición interna. Tan solo algunos barones de su partido, como el castellano-manchego Emiliano García-Page y el propio Lambán criticaron abiertamente la reforma ad hoc del código penal para beneficiar a los condenados y a los pendientes aún de juicio por el procés y la amnistía. Pero poco más. Solo palabras, porque en verdad en Ferraz saben que no pueden rebelarse contra el líder socialista. Él es el presente del partido por mucho que esté por ver que siga siendo su futuro.

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