Los dos vicepresidentes de Pedro Sánchez, Carmen Calvo y Pablo Iglesias han vuelto a protagonizar un duro choque en el Consejo de Ministros convocado para declarar el estado de alarma por el coronavirus. Fuentes conocedoras de la reunión aseguran que la pugna ha sido directa y sin medias tintas, con la socialista que “ha perdido los nervios”.
Iglesias, que interrumpió su cuarentena tras que su pareja y ministra Irene Montero diera positivo del virus, empezó pidiendo más visibilidad en el equipo ministerial encargado de liderar la lucha contra el patógeno. El primer borrador filtrado por La Moncloa otorgaba a los ministerios de Defensa, Interior, Transportes y Sanidad el control del equipo contra el coronavirus. Ninguno de esos ministerios es controlado por Podemos.
El líder morado tuvo una actitud desde el comienzo de la sesión que no gustó a muchos ministros socialistas. Además de Calvo, según las fuentes consultadas también el delegado de Ciencia, Pedro Duque, y el de Interior, Fernando Grande-Marlaska protestaron ante las peticiones de Iglesias.
Sin embargo, otros ministros socialistas se acercaron al planteamiento de Iglesias, más proclive a incrementar el gasto para empresas y trabajadores de cara a la crisis. La ministra de Educación Isabel Celaá se alineó a Iglesias, y según algunas fuentes ministros como José Luis Ábalos y hasta José Luis Escrivá, considerados de los más ortodoxos, también acercaron sus posiciones a las del líder de Podemos.
El choque con los representantes de Podemos se concentró sobre la cuestión económica. Contrariamente a lo que se ha publicado, la ministra de Economía, Nadia Calviño, no se opuso a la puesta en marcha del estado de alarma, aunque sí alimentó el debate interno sobre el impacto en el país. La liquidez y la situación de las pequeñas empresas estuvo en estos días en el centro de la discusión en el Ejecutivo, con los ministros de Podemos, concretamente Yolanda Díaz, en primera línea para pedir más gasto público.
Segundo choque después de la ley del 'sí es sí'
Más allá de la cuestión económica, otros dos puntos protagonizaron el intenso debate de un consejo de ministros que tenía que terminar a las 12 de la mañana, y se ha prolongado hasta las seis de la tarde. Se trata de la cuestión de la recuperación de las competencias de Sanidad, después de que desde Cataluña y País Vasco se entendió la medida como un artículo 155 encubierto.
Según fuentes conocedoras del consejo, la actitud directa de Iglesias irritó a algunos ministros socialistas. Entre ellos a Calvo, que volvió a chocar con él después de la polémica de la semana pasada sobre la Ley de Libertad de Sexual de Irene Montero.
A lo largo de la reunión, los rumores se multiplicaron por las redes sociales y en varios medios. Una situación difícil de aclarar, puesto que los ministros entran en la sala del Consejo sin móviles, aunque hicieron un receso. La reunión se prolongó durante más de siete horas, y acabó con un sustancial empate entre los dos frente internos del Gobierno, y con un Sánchez de facto incapaz de salir de la posición de neutralidad.
De hecho, el Ejecutivo tardará en tomar las medidas económicas esperadas para hacer frente a la crisis del coronavirus. Con el país ya sustancialmente bloqueado, empresas y trabajadores necesitan saber si el Gobierno tiene previsto y cómo lanzar las ayudas esperadas. Después de una semana en la que los infectados por el virus han pasado de 1.000 a más de 6.000, España activa su estado de alarma con un gobierno dividido de manera transversal más allá de las siglas política.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación