Junqueras quiere ser presidente. Puigdemont desvela que pretende ser candidato. Ambos harán campaña, eso es seguro. Uno desde la cárcel. El otro, desde Bruselas. La candidatura de unidad de los separatistas está en el aire. Los dos dirigentes secesionistas pugnan por erigirse en el referente de la independencia. Mantienen unas relaciones frías, distantes y, por momentos, muy broncas. En ERC consideran la escapada del 'expresident' como un acto de cobardía, casi traición.
Puigdemont va por libre. Pocos en su partido conocen sus planes. Este viernes le confesaba a una televisión belga que está dispuesto a concurrir en los comicios del 21-D. Sorpresa. ¿Habrá 'lista de país' como pretende el PDeCAT?. ¿Quien sería el número uno?.
Las fuerzas independentistas debaten en estas horas si acudir unidas a las elecciones del 21-O. Antes del ingreso en prisión de los exconsellers, el PDeCAT dudaba, ERC lo rechazaba y la ANC trabajaba a favor. Las cosas han cambiado de forma notable. Marta Pascal, coordinadora de la ex Convergencia, exhortó este viernes a todas las fuerzas secesionistas a concurrir unidas en lo que denominó 'una lista de país', sin entrar en más detalles hasta la celebración del consejo nacional del partido para decidir su estrategia. Reeditar Junts pel Sí, pero con incorporaciones de las 'entidades' de la agitación callejera.
Nadie plantea ya boicotear las elecciones ni desistir de presentarse a ellas, pese a haber sido convocadas bajo el 155. Una cosa es denunciarlas y otras darle la espalda. Todas las formaciones apuran los trámites para estar presentes en la línea de salida. Los plazos son breves. El martes 7 deberán quedar cerradas las coaliciones en tanto que las listas habrán de presentarse entre el 12 y el 17 de este mes. De ahí las prisas. Artur Mas, presidente del PDeCAT, es quien más ha trabajado por la concurrencia conjunta de los separatistas. No todos en su partido piensan igual. Veteranos dirigentes de la formación quieren alejarse de ERC y presentarse en solitario, pese al riesgo de un gran batacazo electoral.
Pascal apoyó la idea de la plataforma conjunta con dos ideas eje: combatir el 155 y liberar a los 'presos políticos', según particular denominación. "Por nosotros no va a quedar", señaló tras una reunión de su dirección celebrada en el Parlament. Pascal deslizó que en esas listas deberían tener un hueco los presos, que no están inhabilitados para concurrir a una comicios. Ahora, además, hay que acomodar a Puigdemont, dispuesto a todo.
Los republicanos no quieren
ERC se ha mostrado muy renuente a esta posibilidad. Oriol Junqueras, en una carta publicada en el diario Ara, antes de ingresar en prisión, defendía que "cada partido se esfuerce por lograr el mejor resultado". Nada de unidad. ERC aparece como clara vencedora de los comicios en todos los sondeos que se han publicado hasta hoy. La situación judicial de algunos de sus dirigentes, con Junqueras al frente, puede producir cambios. Se verá este sábado en el cónclave de la dirección del partido.
La CUP, que en principio habló de que celebrará una paella en la jornada electoral, empieza a modificar su posición. Dentro de este magma anarquista hay movimientos claros de presentarse a los comicios. No rechazarían tampoco esta lista de unidad con el objetivo de dinamitar el 155.
Uno de los principales problemas para articular esta candidatura unida sería la conformación de las listas. Junqueras quiere ser presidente y no cedería el puesto de cabeza de cartel, de acuerdo con su entorno. Carles Puigdemont, el fugado 'expresident, dijo en su día que se retiraría de la política una vez consumado el 'procés'. Ahora anuncia que quiere ser candidato. "Desde el extranjero, por supuesto", le confiesa a la televisión belga.
El panorama está sembrado de confusión. Puigdemont apenas habla con el partido, no tiene contacto con su gente y ni siquiera está operativo su móvil personal desde el pasado domingo, según comentan. Ahora se postula como candidato. Podría aparecer como un mero figurante, en un puesto simbólico en la candidatura. O encabezar el cartel.
En su partido están hechos un lío. Santi Vila, el único de los exconsellers que ha salido de prisión luego de pagar la fianza, no está descartado como candidato, en contra de lo que se dijo inicialmente. Marta Pascal no lo desechó. Cierto es que sus opciones son mínimas, ya que en el PDeCAT se le considera 'un traidor'. Se apeó en el último minuto del tren independentista, con lo que eludió la cárcel. En el caso de ser rechazado por su partido, se presentaría quizás con una plataforma propia o encabezaría a 'Lliures', que lidera Fernández Teixidó.
Otro aspirante en estas filas es el exconsejero Josep Rull, ahora en la cárcel de Estremera, quien aglutina al sector más izquierdista de su partido, en el que milita gente como Francesc Homs o Carles Campuzano, portavoz de los ex-convergentes en el Congreso. Rull mantiene silencio sobre sus aspiraciones, aunque ha maniobrado para situarse en las quinielas. Todo, a expensas de ver qué ocurre con el presidente fugado.
En ERC no hay dudas sobre el candidato. Será Junqueras, cuyo perfil sale muy potenciado de esta crisis. Su imagen de 'mártir del proceso' consolida sus posibilidades de victoria. Será quien decida, en úlltima instancia, si los republicanos acceden a la lista de unidad. Pondrían condiciones. Se habla ya de que ocuparían al menos el 70 por ciento de las listas. Pueden exigir porque el PDeCAT está bajo mínimos. También habría que hacerle un hueco a los Jordis, que se sumarían a la plataforma. Todo está por decidir, pero el anuncio de Puigdemont, antes de que su partido diseñe las listas, es un inesperado vuelco que dificulta el entendimiento entre los secesionistas.
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