Política

De candidato a presidente: Redondo inventa una campaña en dos fases para Sánchez

Sánchez cultivará su faceta mitinera en las dos primeras semanas de octubre, y se volcará en las labores de presidente en la recta final de mes para pilotar la respuesta a la sentencia del procés y el Brexit

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha parado de dar mítines y entrevistas en la última semana. Y este lunes presenta el programa electoral del PSOE para el 10-N. Es parte de la estrategia que ha diseñado el comité electoral del partido, que coordinan su jefe de Gabinete, Iván Redondo, y José Luis Ábalos.

Sánchez cultivará su perfil mitinero en estas dos primeras semanas de octubre. En el PSOE son conscientes de que todavía es pronto, y que los principales candidatos se reservan para apretar en las últimas semanas. Pero la idea es que todo el viraje retórico de Sánchez cale en la segunda mitad de este mes, cuando se potenciará su perfil presidencial.

"En algún momento tendrá que hacerse cargo del Gobierno", comentaba medio en broma, medio en serio un miembro del PSOE para referirse a la agenda frenética de mitines que lleva Sánchez en los últimos días.

Cataluña y el 155

Pero todo tiene una explicación. Sánchez está multiplicando su perfil de candidato en estos días por una razón estratégica. El PSOE quiere que se instale lo antes posible el giro del PSOE en la opinión pública. El Gobierno ha pasado en apenas unas semanas de defender el diálogo con los nacionalistas a poner encima de la mesa la Ley de Seguridad Nacional y el 155 para contener al separatismo.

Es cierto que existe preocupación en el PSOE, porque las encuestas no vislumbran grandes trasvases de voto hacia Sánchez. Pero la idea es que una vez asentado este mensaje en defensa de España y la estabilidad, el líder socialista dedique la segunda parte del mes a explotar su perfil presidencial.

Es en parte estrategia y en parte necesidad. El Gobierno se enfrenta a dos retos a priori complicados. Por un lado, la sentencia a los líderes del proceso separatista catalán. La previsión apunta a que el fallo se conocerá a mitad de mes y es una incógnita la respuesta que darán los partidos independentistas ante las previsibles condenas.

Sánchez lleva varias semanas amenazando a la Generalitat con utilizar la Ley de Seguridad Nacional e incluso el 155 ante un escenario de desobediencia. Como aperitivo, el Consejo de Ministros ha llevado al Tribunal Constitucional una resolución del Parlament de julio. Y ha pedido que se aperciba nominalmente al presidente de la Cámara, Roger Torrent, de sus eventuales responsabilidades penales si incumple. 

Brexit al límite

Pero la faceta presidencial no se limita sólo a Cataluña. Sánchez también ha aprovechado para descongelar las entregas a cuenta a las comunidades -casi 4.800 millones de euros- después de meses asegurando que un Gobierno en funciones no podía hacerlo.

El otro gran obstáculo es el Brexit. La fecha límite es, de momento, el 31 de octubre. Y el riesgo es una ruptura sin acuerdo y desordenada de consecuencias imprevisibles. Si el Reino Unido no pide una prórroga es probable que las negociaciones se apuren hasta el último segundo, lo que requeriría la presencia casi constante de Sánchez en Bruselas.

Todos estos factores han hecho que Sánchez intensifique su precampaña casi como si estuviera realmente en campaña. Al tratarse de una repetición electoral, sólo habrá una semana de campaña. Y todos los partidos son conscientes de que el debate a cinco del lunes 4 de noviembre marcará por completo los días previos a las elecciones del 10-N. 

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