Carles Puigdemont estaría dispuesto al sacrificio, dicen en su 'sanedrín'. Toni Comín, el exconsejero fugado en Bruselas, no está por la labor. El resto de los antiguos miembros del 'Govern' fugados, Ponsatí, Serret y Puig ya dieron el paso. Forcadell y Bassa, ambas en prisión, así lo hicieron también, al igual que Marta Rovira, oculta en algún rincón de Suiza.
JxCat y ERC necesitan esos dos votos para alcanzar la mayoría simple de los 68 escaños con los que sacar adelante la investidura. Con la CUP no se puede contar ya. Se pasó a la oposición, según declaración de su portavoz, Riera, en el primer intento de elegir a Turull.
"Somos los que somos y no hay que darle más vueltas", dicen en el PDeCAT. Necesitan que Puigdemont y Comín entreguen su acta para que corra la lista. El juez Llarena podría facilitar las cosas si procede a la inhabilitación de ambos. Con Puigdemont por ahora está más complicado, ya que al serle admitida su personación en la causa, el trámite es más lento. Comín no está personado lo que le impide de momento recurrir el auto y por lo tanto, escapar a una posible suspensión de sus cargos.
ERC también presiona
Al margen los meandros jurídicos, el equipo de Puigdemont asegura que la decisión está tomada. El propio exconseller Puig, aún huido de la Justicia, aseguraba días atrás que ambos estarían dispuestos a ceder sus escaños para evitar nuevas elecciones. Comín se ha negado hasta el momento a cualquier tipo de acuerdo. Va por libre y pretende tener asegurado su futuro económico fuera de España. Fuentes de ERC, donde se mantienen muy críticos con el exconsejero de Sanidad, quien formaba parte de sus listas en las elecciones del 21-D, sugieren que habrá que ejercer mayor presión sobre él si se pretende que de un paso atrás en su empeño.
Repetir elecciones es una opción que todo el mundo rechaza. Salvo la CUP, que se empeña en el viejo eslogan de 'Puigdemont o Puigdemont'. El propio expresidente ya ha trasladado a su gente que no lo intentará de nuevo. Insistir en esta posibilidad podría complicarle enormemente su proceso judicial en Alemania.
Este martes arrancarán las conversaciones en el bloque secesionista para despejar las dudas sobre un nuevo candidato. Jordi Sánchez, exlíder de ANC, quien en su día renunció a ello, ahora parece dispuesto a volver a la carga. Será otro gesto inútil ya que el juez Llarena no le permitirá personarse en el Hemiciclo.
Las quinielas se agitan nuevamente, los pronósticos se encienden, las presiones y los nombres de uno y otro lado circulan a velocidad de vértigo. Desde JxCat se habla de Quim Torra, el favorito de Puigdemont. El exlíder de Ómnium ya ha hecho saber que no está por la labor. El alcalde de Mollerusa, Marc Solsona, también aparece en las cábalas, al igual que su homóloga de Gerona, Marta Madrenas, fiel colaboradora y amiga de Puigdemont. Tienen hasta el 22 de mayo para aclararse.
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