Pablo Casado apuesta por el 'nuevo PP' para la conquista de Madrid. Isabel Díaz Ayuso, a la Comunidad y José Luis Martínez-Almeida, al Ayuntamiento. Dos políticos jóvenes, beligerantes, 'sin complejos', alineados filemente en la línea ideológica que encarna el equipo que desembarcó en Génova tras las internas de la sucesión de Rajoy.
La gran incógnita quedó desvelada a primera hora de la noche del viernes. Regresaba Casado de Oviedo, donde presentó a sus candidatos Mallada y Cantelli a la Comunidad y el Ayuntamiento. Citó en Génova a Ángel Garrido, a quien le agradeció los servicios prestados en la Comunidad, donde sucesión a Cristina Cifuentes. Llamó luego a Almeida y Ayuso y les confirmó su decisión. Una confirmación en el primera caso y una relativa sorpresa en el segundo.
Ambos forman parte del núcleo más próximo del presidente del PP, pertenecen a su generación, comparten sus posiciones ideológicas, han recorrido los mismos senderos, sufrieron las mismas derrotas, se mordieron la lengua en los tiempos más duros y han batallado duramente por recuperar las esencias tradicionales del partido. Dos firmes apuestas para frenar el anunciado empuje de Vox en un territorio que siempre fue feudo de los populares y que ahora está dispuesto a reconquinsta.
Experta en comunicación
Isabel Díaz Ayuso, 40 años, periodista, ha trabajado en Faes, colaboró con Esperanza Aguirre y con Cristina Cifuentes y estuvo a punto de dejar política en tiempos flácidos de Rajoy. Ayuso es de la estirpe de Aguirre, luchadora, sin pelos en lengua, "sin complejos", desarrolló esta semana una frenética actividad en los medios, conocedora, sin duda, de su nuevo destino. Compareció en radios y televisiones con un discurso claro y sin aristas, de derecha-derecha, frontal y sincero, en la línea de "se le entiende todo" que le gusta a Casado.
Valiente y luchadora, se hizo cargo de la comunicación del PP madrileño tras la llegada de Casado a Génova. Experta en redes y en platós, ha sido presencia asidua en tertulias y en debates con una personalidad firme, muy alejada de lo políticamente correcto y en las antípodas de ese estilo estilo contemporizador que atenazaba al PP en los últimos años. En su partido mencionan que Ayuso, experta en comunicación, tendrá muy presente en sus próximos pasos la actuación de Telemadrid.
Sin experiencia de gestión, con escaso conocimiento entre el electorado ya que acaba de saltar a la primera línea, Ayuso tiene un excelente cartel en el PP madrileño, la cuna y el embrión de buena parte de los dirigentes que ahora rodean a Casado. Su reto es mantener el Gobierno de la Comunidad, que hasta ahora defendía Garrido, frente a unos candidatos sin demasiado fuste. Ángel Gabilondo, por el PSOE, despierta tantas simpatías como escaso entusiasmo entre los votantes. Ignacio Aguado, de Ciudadanos, ha logrado movilizar a los electores del centro-derecha por su política de enfrentamiento permanente hacia las políticas del Gobierno, y por alinearse insistentemente junto a socialistas y Podemos. Sin candidato conocido, Vox será posiblemente el principal rival de Ayuso, una confrontación que se adivina apasionante.
José Luis Martínez-Almeida, 43 años, abogado del Estado y con enorme experiencia en la gestión municipal. Sucedió a Aguirre tras la traumática renuncia de la 'lideras' y, desde entonces, ha defendido con audacia los postulados de su partido frente a Manuela Carmena. Almeida es un excelente dialéctico, muy eficaz en los debates y con un dominio absoluto de la realidad madrileña. Recorre sus calles en moto y realiza vídeos sobre los desastres del 'podemismo' que luego cuelga en las redes. Fino tuitero, vehemente en sus posiciones, combativo en sus apuestas, Almeida está rodeado de un equipo sólido, cohesionado y muy bien rodado, con algunos miembros de enorme formación y relevancia intelectual.
El declinar de Carmena
Ante el pasmoso declinar de Carmena, cuya última operación, "Madrid centro", ha despertado una oleada de protestas y reproches masiva entre los madrileños, Almeida ha de vigilar por su izquierda a Ciudadanos, que presenta a Begoña Villacís, una candidata potente y con una espléndida valoración en las encuestas. El punto débil de Cs es el mismo que exhibió en Sevilla. No quiere aparecer junto a Vox ni siquiera a la hora de negociar un acuerdo de mayorías de gobierno. Este punto puede resultar un severo inconveniente si se da la circunstancia de que deba repetirse una operación a la andaluza.
El PSOE carece de candidato, nadie quiere sentarse en ese el potro de tortura, y Vox posiblemente presente a Rocío Monasterio, uno de los rostros más conocidos de la formación verde. Casado pretende recuperar a toda costa el Ayuntamiento de la capital, que perdió Aguirre en los comicios de 2015. Almeida quizás no sea un personaje con enorme tirón o con una estampa arrolladora, pero conoce a la perfección el marco ideológico de Casado y ha demostrado que sabe defenderlo con inteligencia y sin titubeos.
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