Pablo Casado reúne a sus barones para 'hacer autocrítica' tras el desastroso resultado del 28-A. El resultado ha sido muy malo, reconoció Teodoro García Egea. No hay paños calientes ni ambigüedades. El propio Casado ya asumió la dimensión de su derrota en la aciaga noche del domingo. Se trata ahora de analizar los porqués y, sobre todo, diseñar un cambio de estrategia para que este fracaso no se repita en las autonómicas.
"Hay que hacer cambios", señalan fuentes de la dirección nacional. Casado despejó su agenda el lunes y telefoneó a gran parte de los barones regionales con quienes comentó el resultado del escrutinio y adelantó una parte de sus planes. El debate interno oscila entre frenar a Vox o a Ciudadanos. "Hemos mirado tanto hacia Abascal que han sido los naranja los que nos han robado la camisa", dice la mencionada fuente. El eterno equilibrio entre el centrismo y la derecha/derecha. Es decir, apostar por ese centrismo que reivindican algunos barones, como Núñez Feijóo o Juanma Moreno, dos presidentes autonómicos con enorme relevancia en su partido.
Los estrategas del PP dan por hecho que Vox no tendrá potencia de fuego en las autonómicas. "Sus votantes ya se han desahogado este domingo", señalan. El voto a una presidencia autonómica o una alcaldía tiene, además, otro perfil. "Ahora hay que vigilar más a Ciudadanos, algo que antes no hicimos", añaden.
Casado ha calmado algunos brotes de malestar internos antes de que se abra este cónclave en Madrid. Las reuniones de la Ejecutiva solían ser tediosas y apacibles en tiempos de Rajoy. Nadie se quejaba, nadie rechistaba. Un estanque dorado. No quieren que cambie ahora ese tono. Hay dirigentes regionales muy preocupados por la el hundimiento del domingo. Todos ellos han de hacer frente a unos comicios a la vuelta de veinte días y temen no salir muy bien librados. Algunos de ellos incluso se plantean no mostrar en los mítines las siglas del PP, como hacía Feijóo en sus campañas autonómicas. Al líder gallego le funcionaba esta fórmula ya que ha conseguido tres mayorías absolutas.
El consejo de Ana Pastor
Feijóo no estará presente en esta reunión de Génova. Su agenda regional le impide trasladarse a Madrid. Es el barón hacia el que se vuelven algunas miradas dentro del partido. "Pero ya no es como antes, Feijóo era el delfín con Mariano, pero desde que se arrugó en las primarias, ha perdido mucho ascendente", señala una fuente de Génova. También se ha hablado de Ana Pastor, expresidenta del Congreso, de quien mencionan la posibilidad incluso de que presida una gestora de transición en caso de que Casado amague con un paso a un lado si el 26M no sale como corresponde. En la noche del domingo, Pastor pidió "una reflexión" sobre los pasos a dar, lo que va más allá de la aparente inocencia del consejo.
Es de los escasos líderes autonómicos que celebró una rueda de prensa tras el escrutinio. Celebró que Galicia ha logrado el mejor resultado del PP, que ha frenado a Vox y que siete de los nueve escaños de diferencia que sacó el PP a Cs corresponden a Galicia. Hay quien ha querido ver en esta comparecencia una especie de mensaje oculto de intenciones futuras. Todo lo que hace o deja de hacer Feijóo mueve a la elucubración.
El liderazgo de Casado no está en cuestión. Nadie va a mover un dedo hasta el 26M. Luego, ya se verá. Es opinión generalizada que el PP resurgirá en estos comicios y recuperará buena parte de potencia en las urnas. "El voto de Vox se va a diluir, se ha demostrado que sólo ha servido para apalancar a Sánchez en la Moncloa", señala un alto cargo del partido.
Tras el enorme tropiezo del domingo, en el PP se trabaja para recuperar el fuelle. Hay una sensación de relativa esperanza. La clave es mantener el gobierno de Madrid y recuperar la alcaldía. No es objetivo sencillo. Es territorio Ciudadanos. Casado les explicará a sus lugartenientes cómo hay que atacar este nuevo objetivo.
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