Política

Casado congela la renovación de su cúpula a la espera de elecciones

Pablo Casado congela su proyecto de remodelar la cúpula del PP a la espera de la investidura de Sánchez y de un posible adelanto electoral

Reconstruir el partido 'ladrillo a ladrillo' era uno de los proyectos anunciados por Pablo Casado tras el batacazo de las elecciones generales. Había que tomar medidas, cambiar estructuras y relanzar una formación que salió malherida de la cita electoral. El líder del PP, a punto de cumplir un año desde que sucedió a Mariano Rajoy en la cúspide de la formación, se toma este propósito con más calma. 

Una Junta Directiva, aún sin convocar, habrá de designar a los portavoces en Congreso y Senado, cargos que por ahora ostentan José Antonio Bermúdez de Castro e Ignacio Cosidó, respectivamente. Se trata de dos puestos clave en la estrategia política de Casado, que ha visto reducida su bancada en forma estrepitosa. Cuca Gamarra y Cayetana Álvarez de Toledo son los nombres que más suenan para el puesto en tanto que Rafael Hernando y Javier Maroto (en caso de que el exalcalde de Vitoria consiga un escaño senatorial) suenan para la Cámara Alta. Nada hay de momento perfilado. No hay fecha para la celebración de la Junta, ha apuntado este lunes Teodoro García Egea, secretario general de los populares. 

Lo primero es lo primero, señalan fuentes del partido. Lo principal, por el momento, es sellar los pactos en Murcia y Madrid, una complicada negociación que avanza ya a buen ritmo. "Ya hay puerto a la vista", dicen en Génova, muy optimistas con la posibilidad de cerrar los respectivos acuerdos en las próximas semanas. Al tiempo, también se está a la espera del resultado de la investidura de Sánchez, mucho más incierta que los pactos madrileños. En el PP, que insisten en confirmar que no apoyarán 'ni por activa ni por pasiva' la continuidad de Sánchez en Moncloa, creen que habrá que esperar a septiembre en busca de una segunda oportunidad. 

"Esto huele a 10-N"

En el equipo de Casado también los hay que apuestan decididamente por repetir elecciones, dado el escaso interés que está mostrando el presidente del Gobierno en funciones en lograr apoyos a su investidura. "Esto huele a 10-N, menciona esta fuente. Mientras el escenario no se despeje, Casado no piensa mover sus fichas.

Los planes del líder de los populares pasan por introducir cambios tanto en el vértice de su organización como en algunas piezas de la red regional. "Será por ampliación más que por liquidación", señalan en su entorno. Habrá retoques en el comité de Dirección, en la Ejecutiva, en los grupos y también en algunas direcciones regionales. La primea criba se concretó, no sin ruido ni tensiones, con la elaboración de las listas al 28-A. Se apartaron entonces a un buen número de fieles a la anterior vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que había actuado con escasa lealtad hacia la nueva dirección.  

Pretende ahora Casado reforzar la estructura orgánica con miembros de su confianza, con gente con la que ha trabajado y a la que no ha tenido oportunidad de situar en cargos de relevancia. Todo este cambios está ya diseñado pero "ahora no es el momento de meternos en ese baile", señalan. "Hay que dejar que el ruido se escuche en Ciudadanos, a nosotros nos conviene ir con calma, somo un partido tranquilo que hace las cosas sin urgencias".

En el caso de que Sánchez logre su investidura, se procederá a estos cambios en el PP. De no ser así, habrá que esperar a las elecciones. Ahora mismo, Casado considera que su partido está tranquilo, los barones se han calmado y las cosas empiezan a discurrir con relativa normalidad. La reforma, a su debido tiempo. Por ahora, al congelador. 

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