El PP sigue subiendo en los sondeos pero en las últimas dos semanas, en concreto desde el multitudinario regreso de Vox a la plaza de toros de Vistalegre (Madrid), su Dirección Nacional ha observado un repunte de esa formación, corroborado acto seguido por el extraordinario éxito de audiencia de Santiago Abascal en el talk show El Hormiguero. Y todavía queda la exhumación de Francisco Franco dentro de unos días, un tema propicio para los de Abascal porque buena parte de su voto procede de nostálgicos del franquismo.
Todo ese escenario genera alarma en el equipo de Pablo Casado que, como ha tenido que ordenar silencio al partido en el asunto de Franco para no dar munición al PSOE y al resto de partidos de izquierda, lo está compensando cargando las tintas en la "debilidad" de Pedro Sánchez a la hora de hacer frente al desafío catalán no aplicando ni siquiera la Ley de Seguridad nacional para asumir provisionalmente la competencia sobre los Mossos.
El pasado jueves, el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, pidió la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, por haber salido de su despacho a cenar a un restaurante la noche anterior mientras Barcelona ardía -aunque luego puso sordina al tema-, y este viernes, en medio de la jornada de huelga general contra la sentencia del procés, la portavoz del Grupo Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, apareció por la plaza Sant Jaume de Barcelona con un duro discurso contra el "golpe de Estado" de los independentistas en 2017.
Incidentes en Cataluña
Su presencia estuvo rodeada de incidentes porque ese ese momento había en la plaza una concentración de estibadores del puerto de Barcelona que la increparon. Inmediatamente, casado colgó un tuit para solidarizarse con la única diputada nacional del PP en esa comunidad:
Todo mi apoyo a @cayetanaAT y a cuantos están sufriendo estos días a los violentos radicales independentistas; es intolerable. El Gobierno debe ir siempre un paso por delante y no cuatro por detrás. pic.twitter.com/5dljFrFKRj
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) October 18, 2019
Y es que buena parte del ascenso que le dan las encuestas a Casado el próximo 10 de noviembre, más de cien escaños desde los actuales 66, está cimentado en que vuelvan al PP buena parte de los 57 de Ciudadanos y 24 de Vox; y, sobre todo, en conseguir aumentar diputados en Cataluña; que en los comicios del 28 de abril el PP solo logró el escaño de Álvarez de Toledo.
De ahí que, pese a su inevitable apoyo al Gobierno en la estrategia en Cataluña, casado haya querido distanciarse para no perder pie respecto a Albert Rivera y Abascal, que están en una carrera a ver quien exhibe más dureza contra el independentismo tras los disturbios de esta semana en Barcelona y las principales ciudades catalanas.
El primero asegura que aplicar la Ley de Seguridad nacional solo no sirve, que hay que aplicar otro 155 para "quitar a Quim Torra" del poder y Vox ha pedido, directamente, aplicar el Estado de Excepción en las calles catalanas, restringiendo las libertades de movimiento, incluso, para volver a la normalidad del país.
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