Pablo Casado se reencuentra este viernes con Mariano Rajoy en Valladolid, para asistir a la toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco como presidente de la Comunidad. No coincidían desde antes de las campaña electorales en las que Rajoy se mostró muy activo, incluso más de lo que algunos dirigentes del PP hubieran deseado.
El PP cumple 32 años al frente del gobierno de la región, cargo en el que han desfilado cinco presidentes, desde José María Aznar hasta Mañueco. Por primera vez habrá un gobierno de coalición en la Junta, compuesto por PP y Ciudadanos, con el presidente Mañueco y el vicepresidente Francisco Igea, del partido naranja.
El reencuentro entre Casado y Rajoy se celebra en territorio denominado 'sorayista', ya que Mañueco se inclinó por la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias de la formación. Algo similar a lo ocurrido con la toma de posesión de Juanma Moreno, presidente andaluz, también 'sorayista', a la que acudieron Casado, Rajoy y la propia Santamaría. No está confirmado que en esta ocasión la vicepresidenta esté presente en el acto de Valladolid.
Presencia en campaña
Rajoy se volcó en las elecciones generales. Acudió a numerosos actos y mítines, allá donde se le llamaba. No todos en el partido estaban de acuerdo con este protagonismo de quien se considera en parte responsables del declinar electoral de su formación. Tras el desastre del 28-A, Casado, muy criticado por la interna de su formación, optó por apartar a Aznar de la campaña a las autonómicas, dentro del 'giro al centro' que se vio forzado a impulsar y, sin embargo, siguió contando con la participación de Rajoy, a quien reclamaban desde distintas plazas de toda España.
Fueron tiempos tormentosos en los que la continuidad de Casado al frente de la formación llegó a cuestionarse e incluso se habló de la posibilidad de convocar un congreso extraordinario para designar un sucesor. Todo aquello pasó y apenas es un mero recuerdo sin huella alguna.
Hace unos días, Casado se encontró con Aznar en los cursos de Verano de Faes. Ahora se reencuentra con Rajoy, luego de un largo periodo de distanciamiento. Casado siempre señala que a veces hablan por teléfono. En el equipo de Génova, sin embargo, desconfían de la actitud de Rajoy, quien apostó a fondo por Santamaría en aquella pugna por su sucesión. Algunas maniobras subterráneas llevadas a cabo por barones regionales llevan el impulso oculto de Rajoy y de su entorno, de acuerdo con estas versiones.
Casado ha reforzado su liderazgo intramuros de su formación. Ha consolidado algunas plazas, como la propia Castilla y León y espera hacerlo en Murcia y en Madrid, donde también ha recuperado el Ayuntamiento de la capital, perdido en tiempos de Esperanza Aguirre a manos de Manuela Carmena. Se encuentra elaborando cambios importantes en el PP, tanto en el ámbito parlamentario como en la dirección nacional, con la incorporación de algunos refuerzos de nivel, según comentan estas fuentes. La idea es que el 'marianismo' se convierta en un vestigio del pasado.
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