No hay paz para Pablo Casado. Las imputaciones de las ex presidentas de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, amenazan de nuevo al PP. El fantasma de la corrupción condicionará la campaña electoral de Casado si se repiten las elecciones generales el 10 de noviembre.
La pieza separada de la operación Púnica que afecta a Aguirre y Cifuentes ha estallado justo cuando Casado empieza a levantar un poco la cabeza. El PP ha retenido los gobiernos autonómicos de Madrid, Castilla y León y Murcia y ha recuperado alcaldías importantes como Madrid y Zaragoza. Además, gobierna Andalucía.
Los acuerdos con Ciudadanos y Vox han dado a Casado un poder territorial suficiente como para sofocar el incendio de las generales del 28 de abril. El PP obtuvo 66 escaños. Es el peor resultado de su historia.
"Presunción de inocencia"
El PP ha reaccionado con tibieza a las esperadas imputaciones de las dos ex presidentas. "El PP siempre defenderá la presunción de inocencia y respetará las decisiones judiciales", ha dicho el partido por vía oficial. La preocupación, sin embargo, es grande en Génova.
No tanto por la supervivencia del nuevo gobierno autonómico de Isabel Díaz Ayuso. El PP considera que el pacto es sólido y que no hay vínculos con los Ejecutivos del pasado. Sino por el horizonte de repetición electoral ante el actual bloqueo de la investidura de Pedro Sánchez.
Aguirre es quizá la principal mentora de Casado. Y el líder del PP siempre ha tratado de protegerla. El auto del juez es demoledor contra ella. Asegura que Aguirre "ideó" y ejerció un "control directo" sobre la trama de presunta financiación ilegal del partido en Madrid.
El magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha imputado a Aguirre, Cifuentes, cuatro exconsejeros de la Comunidad de Madrid y a una larga lista de empresarios. La lista supera los 40 investigados, que tendrán que acudir a declarar a la Audiencia Nacional en las próximas semanas.
Ante el juez en campaña
Aguirre y Cifuentes están citadas a declarar entre el 1 y el 18 de octubre respectivamente. Pero los investigados empezarán a desfilar por la Audiencia Nacional a partir del 9 de septiembre. Este calendario condicionará la campaña electoral del PP si finalmente se repiten las elecciones generales el 10 de noviembre.
El bloqueo y la falta de acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos amenaza con devolver España a las urnas. La trama Púnica le estallaría a Casado en la recta final de la campaña. Y es un arma que utilizarán tanto sus rivales como sus teóricos socios.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha descartado este mismo lunes una alianza electoral con el PP. Rivera ha asegurado, entre otras cosas, que "la corrupción resta". Y ha dicho que su partido no participará en la coalición España Suma.
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