Política

"La Cataluña valiente": Maíllo impulsa en Barcelona una ofensiva en las calles contra la independencia

El coordinador general del PP viaja a Barcelona para dirigir una campaña de movilizaciones de su partido contra el 'procés'. Génova huele ya elecciones anticipadas en Cataluña. El objetivo es arrebatarle votos constitucionalistas a Ciudadanos y PSC.

Fenando Maíllo se desplaza este martes a Cataluña para preparar una campaña de movilizaciones en la calle contra el órdago secesionista puesto en marcha por la Generalitat y sus grupos de apoyo. El coordinador general del PP se reúne con su gente en Cataluña al objeto de difundir el programa una serie de actos que se desarrollrán durante los próximos meses.

Casi un millar de actos y movilizaciones en al menos un centenar de localidades tiene previsto celebrar el PP de Cataluña durante los fines de semana de este mes de mayo. Mientras Soraya Sáenz de Santamaría sigue adelante con la 'operación diálogo', centrada ya en sectores de la sociedad civil más que en instancias oficiales de la Generalitat, el partido se despereza y se pone masivamente en marcha esa región. "La Cataluña valiente" es el nombre de esta ofensiva a la que Maíllo le dará oficialmente el banderazo de salida. 

Xavier García Albiol, líder del PP catalán, anunció este lunes que se repartirán más de seiscientos mil dípticos por las calles y plazas catalanas para hacer ver a la población los riesgos de seguir adelante con el empeño independentista. Es la iniciativa más importante que ha llevado a cabo el PP en esta comunidad al margen de las campañas electorales. Los populares catalanes pretenden recuperar espacio social entre los votantes y simpatizantes de Ciudadanos y del PSC. El partido de Albert Rivera es ahora la segunda fuerza política en el Parlament en tanto que el PP ha perdido fuelle en los últimos comicios.

Las tensiones que emergen desde hace semanas en el seno de las filas secesionistas hacen pensar en que el anunciado plebiscito unilateral no se llevará a cabo. Algunos miembros de la Gobierno catalán hablan abiertamente de que, una vez frustrada la consulta, habrá que convocar elecciones 'plebiscitarias' para recomponer las fuerzas que lo impulsan. 

Tensión y huelga general

Las diferencias de criterio entre los separatistas son cada vez más evidentes. La CUP, organización anarquista que apoya a la Generalitat, habla abiertamente de convocar una huelga general permanente en el caso de que las instituciones del Estado, en particular las judiciales, bloqueen o impidan la celebración del plebisicto.

Artur Mas, muy radicalizado en los últimos tiempos, se suma a la estrategia de las movilizaciones callejeras en las calles para dar respuesta al gobierno central. Una línea que no comparten ni en ERC ni siquiera muchos de los miembros del PDECat, la antigua Convergencia. "No hay quien sostenga esa tensión en las calles, llevaría a la frustración", señalan algunos. "Entraña demasiados riesgos y puede ser un fracaso", se escucha en las filas republicanas. 

El presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, aparece cada día más aislado y menos comunicativo. No se conocen a la perfección sus planes. Hace poco habló de que, en el caso de que el plebiscito no pueda celebrarse, anunciaría la presentación de una iniciativa en el Parlament para aprobar la famosa proclamación unilateral de independencia. Esta proclamación se haría efectiva al menos seis meses después de ser validada por la Cámara, para así darle tiempo al Gobierno a rectificar su actitud.

En Moncloa tienen claro que no habrá negociación alguna que implique abordar el asunto del referéndum. Mariano Rajoy no piensa abordar este asunto con Puigdemont en el caso de que se avenga a recibirlo. El pulso ya es muy tenso. Las urnas asoman por el horizonte. 

 

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