"Los catalanes no tenemos rey", le soltó la portavoz de JxCat en el Congreso de los Diputados, Laura Borrás, a Felipe VI en la reciente audiencia celebrada en la Zarzuela. Se desconoce si el jefe del Estado respondió a la provocación y si puso alguna cara de sorpresa ante el hecho de que la representante del partido de Carles Puigdemont hablase en nombre de todos los habitantes de su comunidad autónoma, un recurso ya habitual en las filas independentistas cuando dicen hablar en nombre del pueblo catalán.
En todo caso, no parece que el jefe del Estado entrase en un intercambio de golpes porque unos minutos después tiró de ironía a una segunda provocación de Borrás, quien trasladó al monarca un comentario que Puigdemont le había hecho en la víspera por teléfono desde Waterloo.
"Me gustaba más como príncipe de Gerona que como rey de España", fue el recado del expresidente catalán al jefe del Estado desde su autoexilio en Bélgica, a lo que Felipe VI respondió con elegancia: "A mí también me gustaba más como alcalde de Gerona que como presidente de la Generalitat".
El rechazo de Torra consiste en negarle la mano al rey a su llegada a un evento para luego no tener inconveniente en posar con él en la foto oficial
Los gobiernos catalanes de Puigdemont y, sobre todo, de Quim Torra han intentado cortar lazos con la Corona en los últimos años, en especial tras el discurso del rey el 3-O de 2017, a base de boicotear y poner trabas administrativas para los organizadores de los actos la Fundación Príncipe de Girona en dicha ciudad o con actitudes un tanto pueriles.
La más notoria cada vez es más recurrente y consiste en negarse a darle la mano al rey a su llegada a un evento para luego no tener inconveniente en posar a su lado en la foto oficial, tal y como ocurrió en el último Mobile World Congress de Barcelona, la feria internacional más importante que le queda a la capital catalana.
Felipe VI ha respondido siempre a estos desplantes con discursos integradores a favor de los espacios de entendimiento que siempre han tenido España y Cataluña a lo largo de su historia en común, así como en defensa del texto constitucional tan vilipendiado desde las esferas independentistas.
Además, en el tema de Cataluña, el monarca siempre ha tenido presente uno de los pasajes de su discurso de proclamación: "La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza".
Por ello, y sobre todo después de su discurso del 3-O, el rey ha querido estar muy presente en esta región. La prueba más palpable es que Cataluña es la comunidad autónoma más visitada de su reinado, concretamente en 36 ocasiones, una más que la Comunidad de Madrid si se excluyen los actos que ha presidido en la capital y que son, de largo, los más numerosos.
Después de Cataluña y Madrid le siguen Andalucía (32 veces), Castilla y León (22), Baleares (15), País Vasco (14) y Galicia (13), lo que da una idea de la importancia que se da en la Zarzuela a las comunidades históricas.
En el caso de la reina Letizia, la región más visitada en estos cinco años de Felipe VI como rey ha sido Castilla y León (19 veces), seguida de Madrid (17), Baleares (16), Cataluña (14), Andalucía (13) y Asturias (13).
Las grandes cifras del reinado de Felipe VI y doña Letizia se resumen en sus actividades y audiencias. El monarca ha tenido una media de 287 actividades y 278 audiencias al año, lo que da una idea de la carga de trabajo que tiene. En el caso de la reina, la media de actividades es similar (200), pero tiene un porcentaje de audiencias menor al año (32).
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