Cien votos de ventaja a su rival. Contra todo pronóstico, contra el aparato del partido y hasta contra la propia Moncloa, José Ignacio Ceniceros se ha convertido inopinadamente en el presidente del PP en La Rioja. Pocos lo esperaban. Ha sido la gran sorpresa de los congresos regionales del PP. Ceniceros, 60 años, político de perfil gris, casi insignificante, leal, laborioso, hombre de partido, se sublevó contra las directrices de la cúpula del PP y decidió no retirar su candidatura a la presidencia regional de su formación.
En una rara coincidencia, tanto Soraya Sáenz de Santamaría como Dolores Cospedal apoyaban a su rival, Cuca Gamarra, la alcaldesa de Logroño, un perfil joven, moderno, mediático y con enorme proyección de futuro en el partido. Las 'número dos' de Rajoy, tanto en Moncloa como en Génova, se volcaron en apoyo de Gamarra. Hubo incluso movimientos muy extraños contra el candidato Ceniceros. Desde Madrid se dejaba caer que se había obsesionado con el puesto, que no atendía las sugerencias en favor del partido, que estaba cometiendo muchas tonterías y disparates.
Un futuro lleno de sombras
"Terminará como Garre", apuntaban estas fuentes. Alberto Garre fue presidente interino en Murcia tras la salida de Ramón Luis Valcarcel tumbo a Bruselas. Pensó que se mantendría en el cargo. No fue así. Génova decidió que Pedro Antonio Sánchez, un político joven y con ambiciones de futuro, ocupara ese sillón. Garre abandonó el PP de un portazo. Sánchez está a las puertas de los tribunales. Una mala jugada para ambos.
También sobre Ceniceros han caído infundios de toda índole. Con escaso éxito. El actual presidente de Rioja y elegido jefe regional de su formación, no ha escuchado ese alud de comentarios y descalificaciones que le han dedicado sus 'enemigos' estas últimas semanas.
Su victoria sobre Gamarra se debe a dos factores. Ceniceros es el hombre del PP en la Rioja interior, donde está la militancia de toda la vida, rural y conservadora. Gamarra apostó por el sector más renovado y joven, el urbano y liberal. "Rioja no es así", comentaba un miembro del equipo de Ceniceros, quien tuvo la habilidad de evidenciar su distancia con Pedro Sanz, el todopoderoso líder de los populares riojanos durante lustros. Gamarra aparecía como la preferid ano sólo de Génova y Moncloa, sino también de Sanz. "Esto le ha pasado factura", señalan en estas fuentes.
Alcaldía dinástica
Ceniceros ocupó por unos unos meses el cargo de alcalde de Villoslada de Cameros, puesto que ocupó su padre durante 27 años. Tuvo que dejarlo porque, de rebote, se vio encaramado a la presidencia de la región cuando, en 2015, Ciudadanos se empeñó en que no apoyaría al PP si no salía Pedro Sanz de la presidencia. Así se hizo. Ceniceros asumió la presidencia de la comunidad y, ahora también, de la región. Hombre modesto, estudió magisterio y aprobó luego las oposiciones a funcionario de precisiones. Trabajó en la cárcel de Rioja junto a Ortega Lara, quien terminaría abandonado el PP por incompatibilidad ideológica con la actual dirección..
Ceniceros, sin apenas respaldo en Madrid, se ha hecho con el control absoluto del PP en su comunidad. Un reto en el que cuenta con el respaldo de la militancia. Está por ver si con el de la población ya que está al frente del gobierno regional de carambola a la espera de pasar por las urnas.
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