Carles Puigdemont reúne este sábado en Berlín a los parlamentarios de JxCat para desvelarles finalmente sus planes. El misterio continúa pero los plazos de acortan. Antes del día 22 de este mes deberá haber un 'Govern' efectivo o se volverá a las urnas, una opción que nadie desea salvo quizás el propio Puigdemont.
La cuerda se tensa y la paciencia se agota. Emergen nuevas tensiones. La nueva líder de ANC, Elisenda Paluzie, visitó a Puigdemont e su refugio berlinés, le transmitió al apoyo de su entidad de agitación callejera y le animó a defender el espítiru del 1-O. "Puigdemont o Puigdemont", es la única opción de investidura que defiende Paluzie, quien ha impulsado la celebración de un referéndum en sus filas para consultar si se admite otro 'president' que no sea el prófugo. Jordi Sánchez, antiguo jefe de la ANC y ahora en prisión, apoyó sin embargo la opción de Elsa Artadi como presidenta. No hay acuerdos.
ERC, por su parte, hizo pública este jueves su ponencia política para su congreso de junio, en la que aboga por el final del unilateralismo, el fin del 'procés', la ampliación de las bases y la vuelta al 'derecho a decidir'. El partido de Junqueras quiere distanciarse de Puigdemont y acercarse a PDeCAT y los Comunes. Incluso a el PSC, si hay posibilidades de compartir proyectos. Las distintas familias del bloque secesionista mantienen vivas sus disensiones mientras se acerca el 22 de mayo, la fecha límite para evitar elecciones.
Secretismo y desconfianza
La reunión de este sábado en Berlín puede despejar dudas. Puigdemont ha congregado a su grupo parlamentario. El nombre del candidato a la investidura es el secreto mejor guardado por el exmandatario prófugo. Circulan ya a estas horas versiones coincidentes sobre las posibilidades de que Elsa Artadi sea la elegida. La apoyan Jordi Sánchez y ERC, quien acaba de avalar sin titubeos esta posibilidad. "Si la propuesta es esa, estamos de acuerdo", ha declarado Pere Aragonés, número dos de Oriol Junqueras.
El largo y tedioso camino hacia el desbloqueo entra en su esprint final. Roger Torrent deberá fijar, quizás para la semana que viene, una fecha para la sesión de investidura. Artadi lograría ser la elegida en la segunda vuelta, con la mayoría simple de los 66 escaños secesionistas. La CUP se quedará al margen, como ya hizo con Jordi Turull. Los antisitema siguen en sus trece de no aceptar otro 'president' que Puigdemont.
La fórmula del futuro esquema de poder también forma parte del misterio. Fuentes de Berlín hablan de que Puigdemont no ha variado ni una coma del acuerdo suscrito en su día con los republicanos. Un presidente 'transitorio', es decir, interino, al frente de un 'Govern' provisional y teleridigido desde el exterior por el propio Puigdemont.
El Consejo de la Repúlica en el 'exilio'
Una fórmula chapucera, para muchos independentistas, que permitiría mantener esa entelequia del denominado 'espacio libre de Bruselas' con su propio Consejo de la República y Asamblea de Electos 'en el exilio'. Una mera excusa para darle un papel relevante al prófugo, que ha dismunuido sus apariciones públicas desde que se encuentra en Berlín.
Estos planes pueden variar en el caso de que finalmente el tribunal alemán se pronuncie sobre la euroorden del juez Llarena. En el caso de que los jueces de Schleswig de pronuncien en contra de la entrega a España, se levantarían las medidas cautelares sobre el encausado y el panorama daría un vuelco. Puigdemont podría perder, de ser así, su capacidad de voto telemático, con lo que la investidura resultaría nuevamente imposible. El secesionismo precisa de los votos delegados de Puigdemont y del exconsejero Toni Comin, aún en Bruselas.
Mentras tanto el frente parlamentario se agita con el debate de la reforma de la ley de Presidencia, para investir a Puigdemont via Skype o correo electrónico. Otro enfrentamiento con los tribunales que ya solo produce tedio y desgaste en las filas del secesionismo.
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