Política

Cifuentes está dispuesta a llegar como presidenta a la Fiesta del 2 de mayo

Tras el apoyo de Cospedal para que Rajoy no fuerce su dimisión por el 'caso Máster', muchos en el partido la ven bastante "crecida" en los últimos días como para aguantar el pulso 

La presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, está dispuesta a llegar viva a la Fiesta del 2 de mayo, no por "ir de fiesta" sino para presidirla como gesto de "dignidad", asegura su entorno a Vozpópuli. Se siente inocente de la acusación de incluir en su currículum un máster falso de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), a la que culpa de las posibles "irregularidades administrativas", y no va a dimitir motu proprio sin haber sido imputada penalmente.

"Esto no es Murcia", se escucha estos días en la sede de gobierno de la Puerta del Sol, en alusión a la dimisión del anterior presidente de esa comunidad, Pedro Antonio Sánchez, que forzó Mariano Rajoy tras ser acusado por un juez de irregularidades en la obra pública.

De hecho, el equipo de Cifuentes preparó este jueves su agenda para la semana próxima, que incluye el lunes asistencia a los honores de bienvenida al presidente de Portugal; el martes Consejo de Gobierno y presencia en la jornada inaugural del World Retail Congress (Congreso Mundial de venta al por menor) que organiza el Corte Inglés; y el jueves, pleno en la Asamblea de Madrid.

Precisamente ayer, durante la sesión de control al Gobierno madrileño, se la vio en su escaño muy combativa contra la oposición; y desde la Dirección nacional reconocen que está "crecida" por el apoyo soterrado que está recibiendo de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y el sector del partido que no quiere que Rajoy entregue a Albert Rivera la cabeza de Cifuentes a las primeras de cambio.

"¿Y después de la presidenta de la autonomía más importante, que vendrá?", se preguntan Cospedal y el sector que presiona a Rajoy para no entregar su cabeza

"¿Y después de la presidenta de la autonomía más importante, que vendrá?", se pregunta ese sector, para el cual el presidente del Gobierno cometería un "error" importante no aguantando el pulso a Ciudadanos, "por lo menos para que Rivera se retrate" con la moción de censura Ángel Gabilondo (PSOE) y Podemos.      

Lo cierto es que, si logra sobrevivir estas casi tres semanas que quedan hasta el 2 de mayo, Cifuentes habrá dado un paso de gigante por varias razones: porque Ciudadanos ya ha dicho que no puede pasar de abril sin ser cesada o apoyará la moción de censura del PSOE, y porque acudirá representación hasta del Gobierno y sería muy difícil no interpretarlo, con ella de anfitriona, como un respaldo político.

De momento, el plazo para debatir la moción de censura con Gabilondo de candidato concluye el 7 de mayo, y la presidenta de la Asamblea, Paloma Adrados, no ha fijado todavía fecha para debatirla.

Lo cual hace pensar que, llegue o no a presidir Cifuentes el día grande de los madrileños, el PP está dispuesto a mantener alguna semana más el pulso con Ciudadanos, que amenaza con apoyar la vuelta de un gobierno de izquierdas a la Comunidad después de 23 años.

El PP está convencido de que Rajoy acabará obligándola a dimitir porque no se puede perder Madrid y, sobre todo, que el PSOE empiecen a abrir los 'cajones' hasta 2019

Eso mismo, la posibilidad de un relevo después de casi un cuarto de siglo de gobiernos populares y de casos de corrupción es precisamente el eslabón más débil de la estrategia de la todavía presidenta de la CAM: el PSOE empezará a hurgar en los cajones en busca de irregularidades y puede condicionar las elecciones de 2019. Eso, por no hablar de los 250 cargos que perderían sus nóminas.

A eso se refería este jueves el coordinador general del partido, Fernando Martínez Maíllo, cuando recordó a Cristina Cifuentes que la decisión de que siga siendo presidenta madrileña no es sólo de Rajoy, sino de ella misma; "Nadie está por encima de la siglas del partido" y "es muy importante la estabilidad en Madrid", ha afirmado Mártínez Maíllo.

Durante las últimas horas no ha habido nuevos contactos entre Maíllo y el negociador de Ciudadanos, su secretario general, José Manuel Villegas. El partido naranja está dispuesto a dar al PP tiempo para digerir orgánicamente el trauma de la dimisión de Cifuentes, pero tiene claro que no aceptará su continuidad hasta el 2 de mayo porque entonces el problema de imagen lo tendrían ellos por no ser capaces de hacer cumplir su palabra. Y acabarían forzados a apoyar a Gabilondo.

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