Política

La libertad de Puigdemont y el "caso Cifuentes" arruinan la convención del PP

Desde que hace dos semanas saltaron las primeras informaciones del caso Cifuentes, la Dirección Nacional del PP tenía claro que el asunto podía acabar "muy mal" pero en aquel momento

Desde que hace dos semanas saltaron las primeras informaciones del caso Cifuentes, la Dirección Nacional del PP tenía claro que el asunto podía acabar "muy mal" pero en aquel momento decidió arropar a la presidenta de la Comunidad de Madrid por una sola razón: una derrota en la capital o en las elecciones autonómicas en mayo de 2019 supone "perder las generales", según coinciden diversos dirigentes.

Lo que no podían imaginar entonces es que el asunto iba a reventar la Convención Nacional que los populares inician este viernes en Sevilla con el envío al fiscal del asunto del máster de Cifuentes y, mucho menos, que los tribunales alemanes liberarían a Carles Puigdemont 24 horas antes de iniciarse el cónclave.

Una cita que estaba dirigida a ser plataforma de lanzamiento de un partido paralizado por los escándalos Gürtel y Púnica, por la evolución descontrolada del desafío catalán, y por el crecimiento imparable de Ciudadanos en las encuestas -muchas dan ya al partido de Albert Rivera como primera fuerza-. 

El 21 de marzo, tras unas horas de silencio estruendoso nada más conocerse las primeras informaciones de que el supuesto máster cursado por Cristina Cifuentes en 2011 en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) era falso, la secretaria general del PP María Dolores de Cospedal salió al quite con un tuit del que ahora, después de enviar la propia universidad el expediente a la Fiscalía por supuestos delitos, probablemente esté arrepentida.

Fue una salida en tromba que muchos en el PP consideraron una "sobreactuación" inusual en la ministra de Defensa para tapar el silencio de las horas previas; llegó a acusar a los atacantes de la presidenta madrileña de "machismo" y de buscar la muerte política que no había logrado el accidente en moto en el Paseo de La Castellana en 2015.

Al día siguiente,. jueves 22, vino el famoso vídeo en Facebook, con una Cristina Cifuentes retadora, diciendo a sus críticos dentro y fuera del PP: "... que no me voy, me quedo". Aquello marcó un punto de inflexión porque la Dirección del PP se sintió en la obligación de mostrar su "confianza y respaldo" por boca de los vicesecretarios generales Pablo Casado y Javier Maroto, que hasta ayer han venido defendiendo la inocencia de Cifuentes.

Cifuentes, negándose a dimitir, crea un problema político de primera magnitud a Rajoy, que este fin de semana esperaba iniciar la remontada del PP frente a Ciudadanos

Ahora, no solo se ha caído esa estrategia sino que, la presidenta de la Comunidad insiste en que no va a dimitir antes de que su propio partido, presionado por Ciudadanos, la obligue a ello. Pero en el PP la situación empieza a tornarse "insostenible", admiten diversas fuentes que no descartan que Rajoy fuerce la marcha de Cifuentes antes de que acabe este fin de semana.

Porque el presidente del Gobierno y el partido que lo sustenta están en este momento en una situación política más que delicada tanto por el escándalo del master como por las sensación de "fracaso" que invade a buena parte del Gobierno y del Pp con la estrategia seguida en el desafío catalán.   

  

  

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