El CIS de José Félix Tezanos sigue ganando medallas en su vitrina del descrédito. Esta institución pública sigue sumando batacazos elección tras elección, siendo su último tropiezo las elecciones europeas, donde dio como ganador al PSOE y cuatro puntos menos al PP. Siempre por la misma razón: sobredimensionar al PSOE y a la izquierda frente al PP y la derecha. Esta herramienta pública, que debería estar al servicio de los españoles y no del presidente Pedro Sánchez, consume más y más dinero a medida que se sigue equivocando en sus previsiones electorales. Tanto es así, que desde que Sánchez cuenta con alojamiento en la Moncloa, el Gobierno socialista ha gastado en esta entidad 45,4 millones de euros, como ha podido comprobar Vozpópuli en los extractos de ejecución de presupuesto. Un dispendio que batió nuevo récord en 2023, con 11,9 millones de euros gastados en un solo año. Más del doble que Mariano Rajoy.
En concreto, el Ejecutivo de Sánchez destinó al Centro de Investigaciones Sociológicas el pasado año 11.951.000 euros, cantidad que supone más de un millón de euros por encima de lo que se utilizó en 2022, año que también había sido récord. Estos 11,9 millones reflejan un incremento del gasto en el CIS de casi el 10% en solo un año. Un gasto in crescendo que no se ha traducido en un mejor desempeño de sus funciones, como demuestran sus sucesivos batacazos electorales.
En las elecciones europeas, el CIS daba ganador al PSOE frente al PP en los dos sondeos que publicó al respecto, en uno de ellos con hasta cinco puntos de ventaja. Sin embargo, los populares se impusieron en las urnas superando en cuatro puntos a los socialistas. El CIS fue la única institución demoscópica que daba por ganadores a los socialistas.
El fracaso en las elecciones gallegas también resultó clamoroso. Tezanos vaticinó una horquilla de entre 34 y 38 escaños para el PP, dejando a la mayoría absoluta de Alfonso Rueda como el escenario más improbable, justo al contrario que el resto de encuestadoras. En cambio, los populares ganaron 40 escaños, lejos de las previsiones del CIS de Tezanos, que utiliza muchos más recursos económicos que otras casas demoscópicas de mayor acierto.
Segundo récord de gasto consecutivo
En 2022, el presidente del Gobierno gastó 10.892.000 euros en el CIS, cifra que en su momento también fue récord en España, como se ha señalado, y que supuso incrementar el gasto un 21% en dicha institución. El Gobierno llegó a argumentar en una respuesta parlamentaria que el órgano de Tezanos "pone a disposición de la ciudadanía datos de gran calidad en su web, que cada vez se aportan en mayor cantidad al haberse incrementado el número de estudios que realiza el Organismo desde 2017".
Para poner en contexto estos datos es necesario recordar que los gobiernos de Mariano Rajoy destinaban una media de cinco millones de euros al CIS, mientras que el socialista José Luis Rodríguez Zapatero dedicaba en torno a los seis millones de euros. Cifras alejadas a las que está dedicando el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que duplica estas cantidades con resultados notoriamente más sesgados.
En 2019, el Gobierno de Sánchez gastó 7,1 millones en el CIS, cuando el año anterior, con Rajoy en Moncloa, se dedicaron 6,9 millones. En 2020, con el parón de la pandemia, el CIS utilizó 6,7 millones de euros de recursos públicos para su labor, la cifra más baja con Sánchez en Moncloa. En 2021, este gasto se disparó hasta alcanzar los 8,9 millones, aumentando un 30% al siguiente hasta los 11 millones y rozar los 12 millones en 2023.
Galería de batacazos
Del historial de fracasos del CIS de Tezanos hay un ejemplo concreto del que se cumple prácticamente un año y que resulta particularmente notorio y paradigmático. Se trata de las previsiones del CIS para las anteriores elecciones autonómicas del 28-M Según la herramienta pública, el PSOE iba a ganar las elecciones del 28-M por 2,3 puntos respecto al PP, cuando el resultado fue justo al revés. El PP ganó por 3,4 puntos.
En las elecciones autonómicas, Tezanos pronosticó que Javier Lambán conservaba Aragón; que Ximo Puig mantendría la Presidencia de la Comunidad Valenciana (Joan Ribó la Alcaldía de Valencia); que Francina Armengol estaría hoy al frente de Baleares; que Ada Colau ganaría las elecciones en Barcelona y Antonio Muñoz las del Ayuntamiento de Sevilla. Por supuesto, nada de esto se cumplió.
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