El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, arriesga su mayoría parlamentaria si, como parece, España regresa a las urnas el 10 de noviembre. Así lo demuestran los datos de la macro encuesta electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hecha pública esta semana.
El sondeo, más allá de la ya tradicionalmente polémica intención de voto, hace un análisis exhaustivo del comportamiento del electorado en las autonómicas, municipales y europeas del 26-M. El resultado dice que hay una línea muy fina entre las preferencias de los votantes, que afectan a los cuatro grandes partidos y también a Vox.
El 12,1% de los encuestados que votaron en las municipales -comicios de ámbito nacional- dudaron entre el PSOE y Unidas Podemos (incluye confluencias e IU). Pero es que el 12,1% también se debatieron entre socialistas y Ciudadanos. El porcentaje está basado en respuesta espontánea y no tiene en cuenta las más de 9.000 entrevistas, sino sólo los que votaron en las municipales del 26-M.
Encuesta entre junio y julio
Pero es un dato muy significativo, porque el sondeo está realizado entre junio y mitad de julio. En ese tiempo, por un lado, la formación de Albert Rivera se cerró en banda a cualquier acuerdo con Sánchez y algunos de sus cargos optaron por dejar el escaño y la dirección naranja. Y, por otro, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dijo en ese momento que no apoyaría al jefe del Ejecutivo sin un Gobierno de coalición, que se ofreció poco después pero el partido morado rechazó.
El PSOE no es el único que puede sufrir la fuga de sus votantes. La encuesta demuestra que Ciudadanos sigue amenazando al PP. El 13,5% asegura que dudó entre populares y naranjas. Sin embargo, sólo el 3% dice hacerlo entre PP y Vox, lo que evidencia los problemas que puede atravesar la formación de Santiago Abascal el 10-N.
El líder del PP, Pablo Casado, sufrió en primera persona la fragmentación del espacio del centro derecha. Y el CIS indica que Casado está todavía lejos de reunificar ese espacio entorno a sus siglas. El CIS no desglosa este bloque de dudosos por partidos, pero sí ofrece ese nivel de detalle en circunscripciones concretas.
En Madrid, por ejemplo, el 27,3% de los que se declaran votantes del PSOE dudaron en votar a Ciudadanos. Y más del 36% podrían haberse inclinado por Podemos o Más Madrid, de Íñigo Errejón y Manuel Carmena. Además, el 66,7% de los votantes del PP se cuestionaron si votar a Ciudadanos y el 16,7% dudaron con Vox. Son porcentajes muy altos. En el caso del partido naranja, el 50% de sus electores en Madrid dudaron con el PP y el 28,6% con el PSOE.
Estos datos teóricamente buenos para Rivera no lo son tanto. En términos absolutos, sus votantes son los que más se lo piensan a la hora de elegir papeleta. Su fidelidad de voto es la más baja de todas. En lugares como Madrid, el 24,1% de sus votantes admite que se plantearon otras opciones de voto.
Sondeos y redes sociales
El CIS también analiza qué mueve el voto del electorado. El 63,5% del total de encuestados señala que tiene su voto decidido antes de la campaña. Y casi el 17% lo decide durante la campaña. El 4,5% lo hace el día de las elecciones.
Los españoles siguen siempre la campaña de alguna manera. Pero los debates o los sondeos tienden por lo general a reforzar sus posiciones de salida. El 75% dice que las encuestas que se publican en los medios no les influyen "nada".
El 74% sigue la información política a través de los medios de comunicación (prensa, radio y televisión). Y un número creciente, el 52%, lo hace en las redes sociales. De este porcentaje se extraen dos conclusiones. La mitad de los españoles no sigue nade de política en las redes.
Y de los que sí lo hacen, la mayoría opta por Facebook e Instagram, y no Twitter. En concreto, el 76,9% utiliza Facebook, el 36,5% Instagram y el 28,5% Twitter.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación