Lucha sin cuartel entre Inés Arrimadas y Francisco Igea por el liderazgo de Ciudadanos. El único debate antes de las primarias del próximo fin de semana no defraudó y permitió que ambos dirigentes confrontasen sus modelos de partido en un duelo que terminó en tablas, sin un claro vencedor.
La primera censuró el catastrofismo del segundo con sus palabras de que el partido está en muerte cerebral -“Entre hacer autocrítica y destrucción hay un camino intermedio”, le repitió en varias ocasiones-. Pero el vicepresidente de Castilla y León no se arredró y replicó a Arrimadas con una oda a la discrepancia: “Un partido liberal tiene que aceptar la discrepancia. Quiero que me critiques sin parar, en público y en privado. Sé crítica conmigo”, le conminó.
El debate fue moderado con acierto por el redactor jefe de Política en el diario Abc, Juan Fernández Miranda, y se alargó más de lo previsto. De la hora inicial que pactaron las dos candidaturas se llegó hasta casi las dos horas.
Igea inició el cara a cara pidiendo perdón a los militantes de Cs por las “decisiones equivocadas” que han llevado a la formación naranja a los 10 diputados, mientras que Arrimadas utilizó la metáfora del corredor de maratón para explicar que después de muchas pruebas ganadas y un “resbalón” el 10-N, es el momento de “cambiar de zapatillas, hacer autocrítica y mirar al futuro con optimismo”.
La portavoz en el Congreso recordó los intentos para que Pedro Sánchez mirase fórmulas constitucionalistas como las oferta con tres condiciones de Albert Rivera para no ir a segundas elecciones o la llamada vía 221 que ella misma propuso. “Las dos las despreció” el líder del PSOE, subrayó.
Una vez formado el actual Gobierno de coalición, Arrimadas insistió en que Cs ofrece la “única oposición de centro y liberal” en el Congreso es la de Ciudadanos, que ya ha regitrado nueve propuestas de leyes y ha llegado a apoyar la tramitación de la ley de eutanasia del Ejecutivo.
Oportunidad histórica
Igea coincidió con ella en que la valoración del actual Ejecutivo de Sánchez no es positiva, pero se preguntó si Cs hizo lo suficiente para evitarlo con los 180 escaños que sumaban con el PSOE. “Hay que ser honestos. Fue una oportunidad histórica. Probablemente Sánchez hubiera dicho no”, admitió. Ante este panorama, el candidato del sector crítico defendió dejar a un lado “el frentismo y las trincheras” para buscar pactos más allá del PP. “Este país no tendrá solución si dejamos a un lado a la mitad del país. Cs tiene que ser capaz de dejarse pelos en la gatera. Hay que poner líneas rojas a las políticas, pero no a las personas”, aludiendo al ‘no es no’ a Sánchez que Rivera defendió con tanto ahínco antes de dimitir.
“Ciudadanos ha podido cometer muchos errores pero no podemos admitir las barbaridades de Sánchez”, le replicó Arrimadas, quien pidió que Cs siga siendo el “partido sensato” de los últimos años.
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