Las negociaciones postelectorales en España y, en particular, las posibles alianzas que pueda haber entre Ciudadanos y Vox, generan "preocupación" en el Gobierno francés, que ha dejado claro que el presidente, Emmanuel Macron, "no acepta ambigüedades" y está dispuesto incluso a replantearse la "cooperación política" con la formación de Albert Rivera si pacta algún tipo de "plataforma común" con la ultraderecha.
Fuentes del Elíseo han subrayado en un encuentro con periodistas españoles que "cualquier trabajo de fondo con la ultraderecha es muy grave" y que "no se puede ignorar" el escenario autonómico y local en España. Así, y aunque con "cautela", han señalado que el aparente acercamiento de Ciudadanos a Vox en el marco de la renovación de las instituciones "no es una anécdota", sino "un tema importante" para el Gobierno galo.
Sin líneas rojas concretas
Las fuentes consultadas han advertido de las consecuencias que tendría el pacto de una "plataforma común" entre Ciudadanos y Vox, si bien han evitado aclarar cuál sería la "línea roja". "No vamos a tener ninguna complacencia", han añadido, en relación a unas relaciones futuras donde no estaría asegurada la alianza entre el partido de Rivera y La República En Marcha (LREM) de Macron.
El mandatario galo aspira a conformar un grupo "renovado" en la Eurocámara y, de hecho, la hasta ahora Alianza de Liberales y Demócratas Europeos (ALDE) pasará a llamarse Renovar Europa ('Renew Europe' en inglés). Dicho grupo aún debe conformar su "perímetro" y el Elíseo ha puesto en cuestión el grado de "cooperación política" que puede haber entre Ciudadanos y LREM.
En este sentido, las fuentes han apuntado que en el grupo, descrito como "progresista" y "proeuropeo", debe haber "coherencia" y, por tanto, no tiene cabida que uno de sus integrantes llegue a acuerdos con una formación ultraderechista. "No nos pueden acusar de esta debilidad", han remachado.
En esta misma línea se ha pronunciado la secretaria de Estado de Asuntos Europeos, Amelie De Montchalin, quien se ha mostrado igual de tajante: "Consideramos que la alianza con la extrema derecha como hemos visto en España no es una opción".
De Montchalin ha asegurado que corresponde al nuevo grupo del Parlamento Europeo analizar cuáles son sus "límites", en la medida en que considera que su labor es ejecutiva y no parlamentaria, pero sí ha apuntado que es momento de construir "mayorías" al margen de los bloques tradicionales.
Los liberales europeos han recuperado en las elecciones de mayo el puesto de tercera fuerza en la Eurocámara, con 106 escaños según la última actualización del escrutinio, lo que le dará un papel clave en la toma de decisiones a lo largo de la legislatura. Además de Ciudadanos -que ahora tendrá siete eurodiputados--, en la pasada legislatura también formaron parte de este grupo PNV, PDeCat y UpyD.
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