El centro-derecha pudo haber tenido más poder municipal y mayorías reforzadas si en una quincena de localidades de mediano y gran tamaño se hubieran puesto de acuerdo las tres formaciones que protagonizaron la manifestación de Colón -PP, Ciudadanos y Vox-. Vozpópuli ha seleccionado los 15 casos más llamativos, de los cuales la mitad de ellos afectan a capitales de provincia.
Burgos
En esta ciudad castellano-leonesa se produjo una de las grandes sorpresas de la jornada de constitución de los ayuntamientos. El alcalde elegido fue el socialista, Daniel de la Rosa, después de que Vox se desmarcase del pacto PP y Cs que iba a dar la alcaldía al partido de Albert Rivera.
De la Rosa fue investido alcalde por mayoría simple y con el respaldo de los dos ediles de Podemos, sumando un total de trece escaños, cuando la mayoría absoluta se fija en el Ayuntamiento en los 14 concejales, por lo que tendrá muy difícil sacar adelante sus proyectos programáticos.
La votación de los dos concejales de Vox fue determinante, ya que la formación de Santiago Abascal votó a su candidato, Ángel Martín, por lo que la alianza alcanzada entre PP y Cs tuvo el apoyo insuficiente de sus 12 concejales.
La dirección nacional de Vox abrió expediente a los ediles de Burgos ya que tenían la orden de apoyar al candidato de Ciudadanos. El equipo de Vox en la ciudad explicó que su rechazo a apoyar al candidato de Ciudadanos se debe al "bloqueo establecido por Cs" y "su desprecio a la ciudadanía burgalesa". Precisamente, el socialista De la Rosa intentará apoyarse ahora en los ediles naranjas para seguir con la vara de mando.
Huesca
Un voto en blanco tiene en vilo a esta ciudad aragonesa. El socialista Luis Felipe fue reelegido al frente de la Alcaldía después de que uno de los ediles de Ciudadanos o Vox no votase a la candidata del PP, Ana Alós, tal y como estaba previsto.
El dirigente del PP, Javier Maroto, se apresuró a denunciar en su cuenta personal de Twitter que el voto en blanco provenía de Ciudadanos y que su formación iniciaría los los trámites para poner en marcha una moción de censura que echase al alcalde socialista. Pero las cosas no están claras al desconocerse quién fue el 'traidor'.
El candidato naranja, José Luis Cadena, niega que el voto en blanco fuera el suyo e, incluso, apunta que “insinuar, señalar o teorizar sobre el sentido del voto secreto, además de inmoral, es ilegal". Por ello, su partido se reserva acciones legales ante cualquier tipo de injuria o calumnia contra él o los otros ediles naranjas.
El PP anunció ayer que Ciudadanos y Vox podrán añadir sus firmas a la moción de censura hasta el próximo miércoles, momento en el que si firman los 13 ediles del centro-derecha se procederá a presentar la moción en el plazo de diez días.
Jaén
Julio Millán, del PSOE (11), se convirtió en alcalde gracias al apoyo de Ciudadanos (4), cuya candidata -María Cantos- tenía que desnivelar la balanza ya que la opción PP-Cs-Vox también permitía al popular Javier Márquez seguir al frente del Consistorio jiennense.
Y es que Ciudadanos podía inclinarse por apoyar a la lista más votada, la socialista, con 11 concejales, o por un acuerdo a tres bandas con el PP (8 ediles) y Vox (2). Los otros dos miembros que completan la corporación corresponden a Andalucía Adelante.
Melilla
En esta ciudad autónoma se produjo la votación más surrealista del sábado. El único edil de Ciudadanos, Eduardo de Castro, se convirtió en el nuevo presidente de la ciudad autónoma al lograr los votos de 13 diputados (CPM 8, PSOE 4 y el suyo propio) frente a los 12 obtenidos por Juan José Imbroda (10 PP y 2 Vox), que tuvo que dejar el poder tras 19 años ininterrumpidos al frente de la Corporación.
En el transcurso del pleno de la sesión de investidura de la Asamblea de Melilla, el parlamentario del partido de Albert Rivera dio la sorpresa. El pasado jueves había anunciado que iba a abstenerse después de no llegar a un acuerdo con el PP ya que Imbroda no aceptó renunciar a su acta de diputado por "regeneración" ni tampoco prescindir de Vox en un fututo gobierno. Pero De Castro no cumplió su palabra de abstenerse y el mismo día de la votación presentó su candidatura a la Presidencia melillense y salió vencedor con el apoyo del CPM y PSOE.
En una sesión bronca, se oyeron gritos de "traidor" entre las personas que llenaron el salón de actos del ayuntamiento melillense e, incluso, hubo un rifirrafe entre el nuevo regidor e Imbroda, que no perdonó al edil naranja la negociación que había llevado a cabo.
Ceuta
En la otra ciudad autónoma sí salió reelegido el alcalde popular, Juan Jesús Vivas, pero a costa de un frágil pacto con el PSOE que le dificultará su tarea de gobierno los próximos cuatro años. El PP logró 9 de los 25 escaños de la Asamblea y Vivas salió reelegido ya que el candidato del PSOE, Manuel Hernández, que logró 7 escaños, no se presentó a la elección, tal y como ha notificado el propio candidato socialista en los días previos.
El tercer cabeza de lista, de Vox, Juan Sergio Redondo, logró seis escaños mientras que los otros dos -Fátima Hamed del MDyC y Mohamed Alí de Caballas- no pudieron influir al tener dos y un escaño respectivamente.
El pacto entre PP y PSOE consistió en que Vivas no se apoye en Vox para llevar a cabo su acción de gobierno, una situación que obligará a los socialistas ceutíes a abstenerse en cada votación y que difícilmente se llevará a la práctica.
Alicante
PP y Ciudadanos se pusieron de acuerdo para gobernar la segunda ciudad en importancia de la Comunidad Valenciana, pero dejaron a Vox al margen de la negociación y les puede complicar los cuatro años de gobierno. El regidor popular, Luis Barcala, revalidó el puesto tras una polémica moción de censura ocurrida en la pasada legislatura, y el sábado sacó adelante la reelección con mayoría simple.
El PP se bastaba para gobernar en solitario, ya que era la lista más votada, con nueve concejales. Pero enfrente tenía la suma de PSOE (9), Podem (2) y Compromís (2) como posible tripartito de izquierdas, por ello tuvo que recurrir a los cinco ediles de Ciudadanos.
Los dos puestos de Vox fueron irrelevantes en la constitución del Ayuntamiento alicantino pero Barcala podría haber asentado una mayoría absoluta con ellos y prefirió ir sólo de la mano con Ciudadanos. Es difícil pensar en una alianza de Vox con las grupos de izquierda, pero en política nunca se sabe.
Cáceres
El socialista Luis Salaya fue investido como alcalde después de que Ciudadanos se abstuviera en la votación y renunciara a entrar en un gobierno de coalición con el PSOE. Para ello, primero tuvo que fracasar la negociación PP-Ciudadanos ya que los populares se negaron a hacer lo mismo que en Badajoz: repartirse la alcaldía dos años cada uno.
Salaya se convirtió en alcalde por mayoría simple, al obtener los nueve votos de su grupo; Rafael Mateos (PP) se quedó en siete, mientras que la candidata de Podemos se quedó en tres y el de Vox se votó a sí mismo. El PSOE recuperó de esta forma la alcaldía de la segunda localidad en número de habitantes de Extremadura tras ocho años de gobierno del PP.
Albacete
En la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha hubo pactos entre el PSOE y Ciudadanos. Fue la única región en la que se rompió la lógica de bloques. Buena parte de la culpa la tuvo la mayoría absoluta de Emiliano García-Page en las autonómicas, un resultado que llevó a los líderes locales de Cs a pensar que era mejor un pacto con los socialistas que con la derecha.
En Albacete fue elegido alcalde Vicente Casañ, quien deberá ceder la vara de mando a mitad de legislatura al socialista Emilio Sáez. De esta forma, ambas formaciones políticas arrebataron el poder municipal al PP en un feudo tradicionalmente ligado a loa populares.
Ciudad Real
La misma fórmula, aunque a la inversa, se siguió en Ciudad Real, donde la alcaldesa hasta ahora, la socialista Pilar Zamora, seguirá siéndolo en los dos próximos años tomando el relevo en los dos últimos la candidata de Cs, Eva María Masías.
El secretario regional de Organización del PSOE castellano-manchego, Sergio Gutiérrez, alabó los términos del acuerdo ya que "están alineados a las políticas de progreso que representa Page", evitando así además los posibles "boicots" contra el Ejecutivo regional que han caracterizado a los ejecutivos municipales populares durante la pasada legislatura.
En este sentido, advirtió que existía un riesgo "más que posible" de que Ciudad Real "estuviera dependiendo de la radicalidad de Vox", después de años "anclados en la pasividad política y económica" con el PP. Un argumento que convenció a los naranjas.
Guadalajara
El PSOE (10 ediles) logró la alcaldía con Alberto Rojo mediante un pacto con Ciudadanos (3), que entrará en el gobierno municipal con alguna concejalía aún por decidir. PP (8) y Vox (2) sumaban los mismos concejales que el PSOE, así que los votos de Cs fueron determinantes para que el PSOE recuperase la Alcaldía después de 12 años de hegemonía del PP de Antonio Román.
Una eventual alianza de izquierdas entre el PSOE, Unidas Podemos y Aike alcanzaba los 12 concejales, uno por debajo del umbral de la mayoría absoluta. Esto explicó el giro del PSOE a la hora de pactar con Ciudadanos. El partido naranja apoyó hace cuatro años a Román como alcalde, pero decidió no entrar en el gobierno municipal. Ahora sí lo hará. Su portavoz, Rafael Pérez, ejercerá de teniente de alcalde mientras que el resto de ediles asumirán una concejalía.
Santa Cruz de Tenerife
En esta localidad canaria hubo un cambio histórico ya que Coalición Canaria se quedó sin Alcaldía por primera vez en 40 años. La alcaldesa será la socialista Patricia Hernández, tras el apoyo de Ciudadanos y Unidas Podemos.
CC había logrado 10 ediles, por delante del PSOE (9) y ambos necesitan cerrar pactos que incluyesen a Ciudadanos (2). Al final, fue Hernández quien se convirtió en la primera mujer alcaldesa de esta ciudad al alcanzar la mayoría de catorce votos gracias a que Ciudadanos finalmente cumplió su palabra y le prestó su apoyo, al igual que lo han hecho Unidas Podemos.
La paralización en el día de ayer de las negociaciones entre CC y PP para que Asier Antona fuera elegido presidente del Ejecutivo canario es lo que hizo que las sesiones constitutivas de los ayuntamientos canarios quedasen al libre albedrío de los pactos.
Torremolinos
La expulsión de Vox de la que fue número dos al Ayuntamiento de Torremolinos, Lucía Cuin, por apoyar el Día del Orgullo LGTBI, le salió carísima a la formación de Santiago Abascal, y por extensión a su alianza con el PP y Ciudadanos.
Cuín que obtuvo el acta de concejala con las siglas de Vox y se negó a devolverla cuando fue requerida para ello por su partido el pasado 5 de junio, acabó dando la alcaldía de la localidad malagueña al candidato del PSOE, José Ortiz, que había gobernado en la anterior legislatura.
El candidato socialista obtuvo 13 votos en la sesión de investidura al sumar los ocho del PSOE con los tres de Adelate Torremolinos, el de Por mi Pueblo, agrupación creada por un histórico dirigente del PP en Torremolinos y el de la edila expulsada de Vox, con lo que superó la de la candidata popular, Margarita Cid, que logró nueve escaños en las elecciones y que había cerrado ya un acuerdo con Cs (2) y el otro concejal de Vox, con lo que se quedó en doce.
Así, en la turística localidad de la Costa del Sol malagueña el pacto tripartito entre PP, Ciudadanos y Vox ha resultado inútil y no ha sido capaz de desbancar al PSOE.
Alcobendas
El veterano Ignacio García de Vinuesa, del PP, no continuó de alcalde de Alcobendas tras un pacto entre PSOE y Ciudadanos, que sumaron los 14 concejales de la mayoría absoluta. Ambas formaciones se repartirán la alcaldía durante dos años cada uno. El primero en hacerlo será el socialista Rafael Sánchez Acera, que obtuvo nueve ediles. En la segunda parte del mandato el bastón de mando pasará a Miguel Ángel Arranz, que consiguió cinco.
Villaviciosa de Odón
José Luis Pérez Viu, de Ciudadanos, fue elegido alcalde de Villaviciosa de Odón con 13 de los 21 concejales de la Corporación municipal. Algo sorprendente ya que la Alcaldía ha ido a parar a manos de la tercera fuerza en las municipales.
Pérez Viú fue investido gracias a los votos de su propio partido (tres), Vox (cinco), PSOE (tres), la Agrupación de Vecinos por Villaviciosa y Más Madrid (ambos con uno). Todos los grupos, salvo IU, se unieron para impedir que la popular Pilar Martínez se hiciera con el cargo. Varios partidos, incluido Vox, buscaban la regeneración y exigieron que esta diera un paso al lado, pero no se aceptó.
San Fernando de Henares
El bloque de izquierdas no controlará San Fernando de Henares por un curioso pacto entre PSOE y Ciudadanos que suscitó recelos entre las otras formaciones conservadoras.
Los resultados electorales dibujaron un panorama muy dividido en el municipio, con nueve partidos con representación y la mayoría absoluta en 11 concejales. El PSOE, con seis ediles, fue el más votado; seguido por Cs, con cinco, el PP, con tres, y Más Madrid, con dos.
Después, IU-Madrid En Pie, España 2000, Vox, Podemos y Actúa San Fernando, con uno, respectivamente. Pese al enorme fraccionamiento, la noche de los comicios se dio por hecho que la izquierda gobernaría en uno de sus principales feudos de la región, supeditado únicamente a que se pusieran de acuerdo. Pero el acuerdo entre las fuerzas de izquierdas no ha sido posible y solo Podemos, IU y Actúa estaban a favor de la investidura del socialista Javier Corpa.
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