"Un acto austero, emotivo y sencillo". La música y las víctimas serán los únicos protagonistas, explica el equipo de Ada Colau que prepara la conmemoración del primer aniversario del atentado yihadista de las Ramblas. No se cursará invitación ni al Rey ni a los partidos, es la versión oficial para justificar esta 'neutralidad' municipal. La alcaldesa no se suma al boicot del separatismo pero tampoco se significa en favor de la Corona, de las víctimas y de los demócratas. Durante su encuentro en Moncloa, Quim Torra y Pedro Sánchez quedaron citados el 17 de julio en Barcelona. Zarzuela sopesa acudir al acto.
El Rey, comentan fuentes familiares, quiere estar presente. "Estuvo en la manifestación del año pasado, en aquella violenta encerrona que le prepararon la ANC y la CUP. Es el jefe del Estado y acude a cualquier lugar de la nación sin necesidad de que se le invite", comentan fuentes consittucionalistas catgalanas. Colau se quita de en medio.
Quim Torra promueve un boicot frontal a la presencia de Felipe VI. "No es el Rey de los catalanes", aseguró hace un par de días. Busca la confrontación y ha señalado al Monarca como el enemigo público número uno de la independencia. La letanía oficial de los secesionistas consiste en recordar que Felipe VI debe pedir perdón por su mensaje del 3 de octubre. Un discurso que movilizó a los demócratas y acobardó al independentismo.
Fechas clave del separatismo
El deshielo entre Moncloa y la Generalitat tras la llegada al poder del PSOE ha suavizado la epidermis del 'procés', pero no ha apagado la campaña de ataques contra las instituciones españolas. Carles Puigdemont dirige la artillería desde su refugio de Waterloo. Los secesionistas quieren calentar el ambiente de cara a un otoño plagado de intensidad. La Diada del once de septiembre, el aniversario del 1-O, el juicio oral a los altos responsables del Golpe de Estado son jalones que el expresidente fugitivo quier aprovechar de cara a un adelanto electoral.
El acto en memoria de las víctimas se celebrará el viernes 17 de agosto a las 10,30 horas en la Plaza de Cataluña. El guión es escueto. Están invitados familiares de las 16 fallecidos y los más de cien heridos en la fatídica jornada. Los alumnos de cinco escuelas municipales de música entonarán el "Cant dels ocells" y habrá una ofrenda floral ante el mosaico de Joan Miró, en el corazón de Las Ramblas, en el punto preciso donde la furgoneta culminó su recorrido criminal. Se leerá un texto en los siete idiomas de las víctimas en el atentado y estarán presentes los alcaldes de los ayuntamientos de Cambrils y Ripoll, Alcabar y Subirats, escenarios diversos de la masacre.
No habrá parlamentos oficiales, ni mensajes políticos, dicen en el Ayuntamiento. Sólo hay lugar para le recuerdo, el dolor y el homenaje. El Ayuntamiento, en coordinación con Generalitat y delegación de Gobierno ultiman los preparativos. Grupos secesionistas calientan las vísperas. "Algo intentarán, pero nada que ver con la que organizaron después del atentado, el gigantesco escrache al Rey y el Gobierno transmitido a todo el mundo por TV3", señalan las fuentes mencionadas. La Casa Real no desvelará sus planes hasta horas antes de la jornada.
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