Ada Colau quiere cobrar su apoyo a Podemos en la pelea con Íñigo Errejón en las últimas elecciones generales. La alcaldesa de Barcelona, que ha tenido que aparcar su plan de dar el salto nacional y liderar el partido tras la posibilidad de que Iglesias sea vicepresidente, maneja ahora una nueva hoja de ruta. Aspira a tener una cuota de poder en el futuro Gobierno. Pablo Iglesias ha pactado que el Ministerio de Universidades será para los de Colau, pero la alcaldesa quiere más.
La regidora de la Ciudad Condal considera que la división del actual Ministerio de Ciencia y Universidades puede dejar un departamento noble (el de Universidades) pero muy limitado en cuanto a poderes y visibilidad. Por ello, según afirman fuentes de los Comunes (el partido de Colau), la regidora está presionando para ampliar el marco de acción de este nuevo ministerio, tal vez incluyendo Innovación (difícil de conseguir, porque Pedro Duque está muy bien valorado en ese sector, sobre todo por las empresas) o sumando nuevas competencias que permitan al futuro ministro lucirse.
Para el cargo, Colau quiere a uno de sus fieles colaboradores. El primer nombre en la lista es el de Joan Subirats, como adelantó Vozpópuli. Fuentes del entorno del propio Subirats señalan que el catedrático “está dispuesto e ilusionado” por la posibilidad de alcanzar el cargo. Subirats, de 68 años, considera que ser nombrado ministro en un Gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos puede ser la guinda del pastel de toda su carrera. Pero Colau se lo está pensando. No está dispuesta a desprenderse de él a menos de que el ministerio que vaya a controlar tenga visibilidad.
Lluch y Urtasun
Así que se añaden otros nombres a la lista. En algunos círculos de Podemos se menciona a Rosa Lluch, la hija del histórico dirigente del PSOE Ernest Lluch, asesinado en 2000 por ETA. Sin embargo, varias fuentes sostienen que no alcanza el prestigio de Subirats: “Para nada es comparable como preparación y cultura a Subirats”, afirman, a la vez que la califican de dirigente de segundo nivel y “que no es 100% Colau”. O sea, que su nombramiento es improbable.
El tercer dirigente que aparece en las quinielas es el eurodiputado Ernest Urtasun. El catalán ha sido portavoz de Iniciativa y es economista y diplomático de carrera. Por curriculum cumpliría con el cargo, pero tampoco “respondería del todo a Colau”, explican en los Comunes. Urtasun, dicen fuentes del partido de Colau, ha dado su disponibilidad, aunque otro problema es que su entrada en el Ejecutivo dejaría a la formación sin su cabeza de puente en Europa. Si Urtasun deja el cargo europeo, le sustituiría la política valenciana Esther Sanz Selva, que es de Podemos.
Paso al lado de Echenique
Pablo Echenique, quien en un primer momento fue el favorito para ocupar el ministerio de Universidades, como adelantó este diario, dio un paso al lado tras pedírselo Iglesias. En el PSOE nunca hubo mucho entusiasmo con su nombramiento. Pero fuentes de Podemos sostienen que Echenique decidió retirarse para evitar una tensión interna en el partido. A partir de ese momento, Iglesias dio vía libre a Colau para elegir al próximo ministerio de Universidades.
Colau en estos últimos días está cerrando filas en su partido y alerta de la posibilidad de elecciones “inminentes” en Cataluña. No quiere que la entrada en el Ejecutivo le reste votos en el segmento independentista.
De hecho, según explican personas cercanas a la alcaldesa, Colau ha dudado mucho sobre qué hacer con respecto a la entrada en el Gobierno de Sánchez e Iglesias. Aunque finalmente se ha decantado por poner un pie en el Ejecutivo. Será su vía para tener abiertas las puertas de la política nacional. A la espera de ver si arranca el Gobierno bicéfalo Sánchez-Iglesias y cómo acabará la polémica sobre los supuestos sobresueldos y financiación irregular en Podemos.
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