La incógnita se despejaba a primera hora de la mañana en el cuartel socialista de la calle Ferraz: Pedro Sánchez no ha comparecido en el comité federal, el máximo órgano del partido entre congresos, a pesar de que en su orden del día figura un debate crucial, algunos califican de histórico, qué hacer ante la investidura de Mariano Rajoy. Sánchez, que se esforzó durante ocho meses en formar un Gobierno alternativo al del PP, ha decidido hoy plantar a sus fieles, dejando que sean ellos los que den la cara por él y defiendan el ‘no’ al candidato del PP. Con esta bandera han llegado esta mañana al comité las federaciones del País Vasco, Navarra, Cataluña, Cantabria, Galicia, Baleares y La Rioja, entre otras, que se han visto sorprendidas por la propuesta de colocar al exministro y eurodiputado José Blanco como presidente de la Mesa que conducirá el comité federal.
La federación andaluza confirma que hoy no se decidirá cómo se encauza la abstención en la investidura
De las declaraciones que han hecho algunos de sus portavoces se puede anticipar que esta tarde, cuando se produzca la votación, todas ellas se decantarán por obstaculizar la investidura, aunque si finalmente la resolución que se aprueba es mayoritariamente favorable a la abstención, respetarán la disciplina y dejarán que Rajoy continúe en La Moncloa. Todos están en esta sintonía menos los socialistas catalanes y los de Baleares, que tienen 21 representantes en la reunión que se celebra hoy.
Como al comité se ha llegado sin cocinar todavía un acuerdo sobre la fórmula en que se canalizaría esta abstención, la solución definitiva se abordará esta semana entrante en una reunión del grupo parlamentario socialista. La posición de la gestora que preside Javier Fernández y también de la federación andaluza, la más potente del PSOE es favorable a que sea el conjunto del grupo el que se abstenga, aunque se da por hecho que el PSC no acatará esta decisión y, por tanto, romperá la disciplina junto algunos diputados como la aragonesa Susana Sumelzo y la magistrada Margarita Robles, uno de los fichajes estrella de Sánchez durante la pasada campaña electoral. Desde el socialismo catalán, se ha dejado claro que la gestora no tiene legitimidad alguna para aplicar sanciones contra los parlamentarios rebeldes y se ha defendido como vía intermedia que solo se abstengan 11 parlamentarios, los mínimos imprescindibles para que prospere la investidura. También coinciden con él los vascos, según ha reconocido esta mañana el exlendakari Patxi López.
La ausencia de Sánchez no despeja la incógnita de si acudirá o no a la sesión de investidura. El exsecretario general ha recibido consejos para todos los gustos. Desde quienes le han recomendado que ocupe su escaño para llevar la cara muy alta y demostrar que acata la disciplina de partido, hasta quienes le han aconsejado lo contrario, que tire la toalla, entregue su acta de diputado y alimente una leyenda victimista que pueda servirle, llegado el momento, para disputar las primarias, cuando estas se celebren, a la presidenta andaluza o a cualquier otro candidato que concurra a ellas.
Los barones favorables a la abstención proponen a José Blanco como presidente de la mesa del comité federal
El dispositivo policial en los alrededores de la sede del Partido Socialista ha sido bien visible desde primeras horas de la mañana ante la posibilidad de que se produzcan protestas como las vividas ayer que puedan perturbar el desarrollo de la reunión que ha convocado a casi 300 dirigentes. A las ocho de la mañana había frente a la sede del partido nueve furgones policiales de la Unidad de Intervención, que hora y media más tarde han quedado reducidos a cuatro.
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