“Amiguismo”, “enchufismo”, “arbitrariedad”, “pago de favores”… Los partidos de la oposición consideran que esos son los criterios que priman actualmente en la concesión de condecoraciones del Ministerio del Interior, una “piñata” de premios discrecionales que urgen a regular. PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos sumaron sus fuerzas este miércoles en el Congreso para pactar una iniciativa que exige la derogación de la norma preconstitucional que vertebra el sistema (Ley 5/1964, de 29 de abril sobre condecoraciones policiales), “en aras de elaborar una más actualizada y acorde con los tiempos que corren”.
La ley franquista, además, no se “respeta” porque restringe los galardones a quienes hayan protagonizado “hechos distinguidos que impliquen acusado riesgo” o hayan destacado “en el cumplimiento” de sus deberes. Lo mismo ocurriría, según los citados partidos, con las otras dos leyes del sector: 19/1976 sobre creación del Orden del Mérito del Cuerpo de la Guardia Civil y 2/2012 de Presupuestos Generales del Estado.
La oposición pretende que “se establezcan con nitidez las condecoraciones a otorgar al personal” de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado “en base a su labor y/o servicios”, imponiendo un sistema más abierto y transparente. Porque hasta ahora, tal y como aseguraron sus representantes en la Comisión de Interior, se ha atendido más a la proximidad del premiado respecto a quien ostenta el poder o a su posición en la escala de mando que a consideraciones profesionales.
El PP se queda solo pidiendo "respeto" a los condecorados y votando contra la reforma del sistema
PSOE, Podemos y C’s lograron sacar adelante (19 votos a favor, 14 en contra y una abstención) una proposición no de ley que recoge todo esto, además de reclamar que se instauren galardones “sin aportación económica” para personas ajenas al Ministerio y “cauces administrativos reglados para recoger propuestas” de sindicatos, empresas y otros colectivos de la sociedad civil sobre candidatos a ser premiados. Igualmente, exigen que se informe “con carácter previo” de esas decisiones a los Consejos de Personal de Policía y Guardia Civil. Plantean, en definitiva, “darle la vuelta de arriba a abajo al sistema que ha estado en funcionamiento los últimos 50 años”, como explicaron fuentes de la Comisión al concluir la reunión que abordó el tema.
Fue el PSOE quien impulsó la iniciativa, posteriormente enmendada junto a Unidos Podemos y Ciudadanos, para censurar el proceder de Interior en las condecoraciones y demandar un cambio radical. El diputado socialista Antonio Trevín criticó que en los últimos años se hayan concedido “miles de medallas” a personas de todo tipo y condición.
Además de a agentes, el Ministerio de Jorge Fernández Díaz distinguió a “comerciales, sacerdotes, empresarios, hermandades, empresas privadas de seguridad, secretaria y abogada de un sindicato policial, médicos, fiscales, magistrados, ejecutivos de entidades bancarias y de empresas varias, responsables de operadores de telefonía, despachos de detectives privados, pirotécnicas, abogados, gerentes de seguridad de empresas de alimentación y un largo etcétera”, critica el PSOE. Los galardones no menguaron pese a que sí disminuyeron “las plantillas” de los cuerpos y solo en 2016, por ejemplo, se concedieron 600 medallas a personas ajenas a Interior.
Un plus económico
Muchos de estos premios llevan consigo una compensación económica, en algunos casos un complemento salarial y de jubilación vitalicio. Así ocurre con las cruces al mérito policial con distintivo rojo, unas medallas “pensionadas” que suponen un plus para los elegidos. Este año, según datos del Sindicato Unificado de Policía (SUP), se han otorgado 191 de esas cruces. La recibieron el 7’6% de los miembros de la escala superior del cuerpo, el 1’58% de la escala ejecutiva y el 0,007% de la escala básica. Datos que, según la oposición, demuestran que se está aplicando al revés el criterio que debería regir estas consideraciones: en lugar de distinguir sobre todo a quienes trabajan “a pie de calle” o “arriesgan la vida”, se valora el “trabajo burocrático”, de “despacho”.
“Sería muy interesante conocer la justificación de algunas de las medallas entregadas”, insistió Trevín, pero para ello tendría que haber “una cierta transparencia”. Y no es el caso. El PSOE “pidió información” para saber exactamente cuántas medallas se habían concedido en años anteriores y en base a qué criterios, pero “no hubo forma de conseguir respuesta”. “Calculamos más de 3000 condecoraciones concedidas, algunas con pensiones vitalicias” que permiten al galardonado ver aumentado su sueldo “en un 10% o un 15%”. El SUP acudió al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno con el mismo objetivo y cosechó idéntico resultado.
La oposición critica que Interior premie más a quien trabaja "en despacho" que a quien lo hace "a pie de calle"
La “opacidad” es también censurable a ojos de Unidos Podemos. Juan Antonio Delgado, diputado por Cádiz y ex guardia civil, lamentó que se haya “deteriorado el objetivo” de un sistema que premia más a quienes están “en los despachos” que a los que trabajan “en la calle”. Para reivindicar un mecanismo en base a los principios de “transparencia, control y participación” impulsó una enmienda transaccional a la proposición del PSOE que también incluyó a Ciudadanos y valió el apoyo del PNV. Delgado hizo que el texto pasara de pedir al Gobierno observancia de los “criterios legales establecidos” a reclamar la mencionada reforma integral.
Miguel Gutiérrez, portavoz de Interior de C’s, extendió la crítica a los Gobiernos socialistas y recordó que Rubalcaba condecoró a Gómez Bermúdez a pesar de que trabajó para “desviar la atención” en el caso Faisán. Gutiérrez también aludió a los galardones otorgados por Fernández Díaz al exalcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, o a “la Virgen del Amor” para reclamar una nueva ley que sustituya a la actual y acabe con los “amiguismos y la afinidad política” como criterios para otorgar estos premios.
El socialista Trevín añadió los ejemplos de Pedro Agudo -exjefe de Gabinete de Ignacio Cosidó en la dirección general de la Policía- y del Jefe de Seguridad del Gobierno de Castilla-La Mancha para preguntarse “quién está detrás” de esas condecoraciones. Y se respondió: “una camarilla que se dedicó a ser policía política los últimos cinco años”. Eso es precisamente lo que pusieron de manifiesto las conversaciones grabadas a Fernández Díaz en su despacho y que el Congreso investigará en una comisión ad hoc que, tal y como ha informado Vozpópuli, está paralizada por la enfermedad del exministro. Se entregaron medallas “a troche y moche”, indicó el diputado del PSOE, generando “agravio comparativo” y “malestar” en los cuerpos.
El PP lamentó, por boca de su diputado Jaime Mateu, la falta de “respeto” hacia los galardonados, “personas que se juegan la vida”. Según Mateu, todos ellos cumplieron con “los criterios establecidos por la legislación vigente”. Además, indicó que el PSOE condecoró a quien quiso cuando gobernó y el PP “no abrió el pico”: “Hemos tenido un respeto”.
Los populares no sumaron apoyos a su postura y se quedaron solos en el ‘no’ a una PNL que no tiene efectos inmediatos. No pasará de reprimenda al Gobierno en sede parlamentaria si éste no asume la ‘orden’ de reformar el sistema de condecoraciones. La oposición esperará a ver si llega un proyecto de ley del Ejecutivo para desarrollar su iniciativa, pero advierte: “Si no, ya lo haremos nosotros con nuestra propia proposición de ley”.
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