El fiasco electoral del 12-J en Galicia y el País Vasco amenaza con abrir una nueva grieta en el Ejecutivo. Tanto el PSOE como Podemos consideran el resultado del domingo como negativo para la coalición. Aun así, sectores del Gobierno creen que la nueva coyuntura puede generar ciertas ventanas de oportunidad. Entre ellas, la de aislar al vicepresidente Pablo Iglesias, reduciendo por la vía de los hechos el peso orgánico de Podemos en el Gobierno.
La ministra de Economía, Nadia Calviño, de acuerdo con el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, y socialistas como la titular de Industria, Reyes Maroto, están liderando este frente. Este grupo lleva meses lidiando con Pedro Sánchez, que se mantiene firme defensor de Iglesias. Pero ahora las fuentes gubernamentales señalan que ha cambiado el clima en La Moncloa.
Este diario desveló que el principal asesor de Sánchez, Iván Redondo, reprochó a Iglesias una polémica contra la prensa por las “cloacas” y el caso Dina, puesto que consideró contraproducente el debate. El fracaso electoral del domingo ha reforzado esta tesis. Y el malestar hacía el líder de Podemos empieza a circular en los pasillos de La Moncloa, a pocos metros del despacho del presidente Sánchez.
La herida del Eurogrupo
La irritación de Calviño hacia Podemos ha crecido tras la derrota en el Eurogrupo. La ministra señala directamente a Iglesias. “Pidió que el ingreso mínimo vital entrara en vigor después de la votación del Eurogrupo. Intentó que Escrivá aceptara su propuesta, pero Iglesias y José Luis Ábalos forzaron su puesta en marcha antes de tiempo”, explican fuentes conocedoras de esas conversaciones. Para estas fuentes, decisiones de este tipo han debilitado la candidatura de Calviño.
Escrivá, que hasta hace poco tiempo intentó convertirse en puente entre los morados y los socialistas más críticos, también ha reculado. “Le quitaron de la primera línea durante la presentación del ingreso mínimo vital y todavía no lo ha digerido. Además cree que los ministros de Podemos son vagos, que no hacen nada. Solo piensan en Twitter”, revela una fuente cercana al ministro.
Con ellos se alinea la ministra Maroto, además de otros socialistas que también se sientan en el Consejo de Ministros. La titular de Industria tuvo que arreglar durante la crisis del coronavirus algunos problemas generados por las declaraciones de los ministros morados. Y como Calviño y Escrivá es partidaria de aprovechar el momento para remodelar el Gobierno reduciendo el peso de Podemos.
Comprensión de La Moncloa
La gran novedad del momento es la alineación inédita de los ministros socialistas moderados con el equipo de asesores liderados por Redondo. “En Moncloa están muy enfadados”, repiten fuentes gubernamentales, que recalcan la gravedad para el Ejecutivo de no haber podido liderar el Eurogrupo.
También en Podemos confirman que la situación es cada vez más tensa. Los morados han empezado a desconfiar de Redondo. Iglesias habla directamente con Sánchez, pero en el entorno del líder de Podemos se comenta que "Redondo quiere un pacto con Arrimadas". Aun así, aseguran que los canales con ERC siguen en pie y que, a pesar de los esfuerzos de los “ortodoxos”, los presupuestos se votarán gracias a los republicanos catalanes.
Todos coinciden en que en septiembre se hará una importante remodelación interna, como adelantó Vozpópuli. Para algunos ese operación es sinónimo de “crisis” de Gobierno. Para otros los cambios respectarán los actuales equilibrios entre socialistas y morados.
La remodelación servirá para obtener el visto bueno de los líderes europeos a su plan de reformas y ajustes. “Este fin de semana España se juega su futuro durante tres años”, comentan las fuentes consultadas. Entre el viernes y el sábado los líderes europeos decidirán cómo repartir los fondos del Recovery Fund, y las condiciones para que España acceda a ellos.
Mientras Sánchez intenta convencer a sus homólogos europeos, Podemos vive una profunda crisis interna. En las últimas horas se han celebrado reuniones en la residencia del vicepresidente y fuentes del partido hablan de choque entre dirigentes. Iglesias fue el más hábil en comprender que la nueva política pasa por acuerdos de gobierno de coalición, pero ahora debe lidiar con un parlamento fragmentado y unas elecciones durante la legislatura que pueden decantar el futuro de la alianza con Sánchez.
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