Política

La paradoja del comisario-empresario: critica a los fiscales que se iban a la privada

El exagente José Manuel Villarejo, que utilizaba su cargo para sus negocios privados, consideraba "deleznable" que un funcionario del ministerio público pudiera salirse a la empresa privada: "Eso debería estar prohibido de por vida", asegura Rafael Redondo

El excomisario José Manuel Villarejo, que su cargo de supuesto agente encubierto de la Policía para sus negocios privados, aseguraba que no le gustaba que los fiscales dejaran sus cargos de funcionarios públicos para pasarse a los despachos de abogados, según consta en una grabación requisada por la Policía al exagente, a la que ha tenido acceso Vozpópuli.

"En esta empresa se critica como acto del todo deleznable el que un fiscal pueda salirse a la empresa privada y se vaya a un despacho de abogados. Mi jefe eso no lo entiende, y dice que eso debería estar prohibido de por vida", asegura Rafael Redondo en el citado audio, que se refiere a Villarejo como "jefe".

Redondo hace esta aclaración a un informático, supuesto amigo del excomisario Antonio Bonilla, con los que preparara un ataque informático contra el despacho de abogados Balder IP, cuyos integrantes habían abandonado de forma reciente el bufete Herrero y Asociados.

Estructura circular

Asimismo, Redondo explica que la filosofía de trabajo de la empresa Cenyt, la matriz que según el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón tenía "una estructura circular de participaciones, que dificultaba la identificación de su titularidad real", era siempre "trabajar del lado de los buenos".

Y como ejemplo de esta supuesta actitud, el socio de Villarejo destaca que en casi 40 años, "nunca" habían aceptado un cliente del lado "del que no son los buenos. Y para mi jefe [Villarejo] los buenos son la Policía y el Ministerio Fiscal", relata Redondo. 

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación
Salir de ver en versión AMP