"La integración de las cinco candidaturas es un hecho". Pablo Casado ha pisado el acelerador en la semana decisiva para el futuro del PP. El vicesecretario de Comunicación del partido dice contar con el respaldo de los aspirantes que cayeron en las primarias del pasado 5 de julio, especialmente el de la secretaria general María Dolores de Cospedal. El apoyo no es sólo de principios, ideas o valores, sino que también se va a traducir en la integración de nombres.
El reglamento del congreso extraordinario de los próximos días y viernes y sábado es que tanto Casado como Soraya Sáenz de Santamaría deben presentar a su equipo de dirección. Es decir, los casi 3.100 compromisarios no sólo votan al candidato a presidir el PP, sino que también eligen su lista de 35 nombres para el Comité Ejecutivo.
"De acuerdo con Cospedal"
Los dos aspirantes guardan con celo esos nombres. Algunos se pueden dar por supuestos contando los apoyos públicos que tiene cada uno. Otros, como por ejemplo el del líder gallego Alberto Núñez Feijóo, son una incógnita. Según ha sabido Vozpópuli, la lista de Casado tendrá el visto bueno de Cospedal. "Lo haremos de acuerdo con ella", dice el entorno más próximo al candidato.
Es decir, se da por hecho que el equipo que Casado presente en el congreso contará con nombres que fueron ajenos a su candidatura, como el de Dolors Montserrat -que apoyó a Cospedal-. Lo mismo ocurre con aspirantes como José Ramón García Hernández, amigo personal de Casado, diputado por Ávila como él y que conservará su cargo como secretario de Relaciones Internacionales del PP. Ni Casado ni Sáenz de Santamaría han hecho público su equipo de dirección. Casado, por ejemplo, ha anunciado que si gana el congreso modificará ese comité para incluir a su rival.
El apoyo de Cospedal a Casado ha provocado un pequeño seísmo en la recta final del proceso, que arrancó hace más de un mes con la dimisión de Mariano Rajoy tras perder la moción de censura. La fractura del partido en dos, las maniobras de Rajoy y José María Aznar y el juego sucio en forma de vídeos o filtraciones de mensajería han enfangado lo que queda de proceso. Casado y Sáenz de Santamaría se han entrevistado brevemente este martes sin un resultado concreto. Las dos candidaturas se arrogan la mayoría de los compromisarios del congreso, aunque la realidad es el resultado de la votación del sábado es una incógnita.
Barones con Casado
Sin embargo, el movimiento de Cospedal ha insuflado oxígeno a Casado. Al menos en cuanto apoyos autonómicos se refiere. Sáenz de Santamaría tenía sus bastiones de País Vasco, Andalucía y otros quizá menos atados como Valencia. Casado es el que empieza ahora a sumar barones, que por cierto también podrían jugar un papel relevante en su próximo equipo.
Los presidentes de Murcia o La Rioja han brindado su apoyo a Casado. La propia Cospedal, que es presidenta del PP de Castilla La Mancha también lo ha hecho. Y se espera que no sean los únicos que lo hagan en los próximos días. La imagen es la de un partido fuertemente dividido territorialmente y una votación, la de los compromisarios, para la que no hay un favorito claro.
Los apoyos territoriales pueden ser importantes en esa votación, que será secreta. Por ejemplo, los compromisarios de Toledo o Albacete, que suman menos de 100 de los más de 3.000 del congreso, han hecho un posicionamiento público y en bloque a favor de Casado.