Pablo Casado dejó en el aire la estructura de su organigrama. Anunció los nombres de su ejecutiva, sin adjuntar el cargo. No hay prisa. Lo primero es recuperar la unidad, dice la nueva dirección. El puesto más urgente es el de secretario general de la formación. Dolores Cospedal dejó el cargo para embarcarse como candidata a la sucesión de Rajoy. Un paso equivocado del que quizás se arrepiente. Podría volver, a su pesar, a Castilla la Mancha de nuevo. O a la alcaldía de Madrid. O a la Comunidad. Hay varios nombres en cartera. Dolors Montserrat, de la cuota de Cospedal, es uno. Javier Maroto, otro. Prefieren una mujer. Con decisión y firmeza. La diputada por Barcelona sería una posibilidad.
La portavocía del grupo parlamentario es otro de los cambios imprescindibles. Rafael Hernando, que abrazaba con fruición al electo en la sesión de clausura, intentó sin éxito mantener una imagen de neutralidad. "No estaba con nosotros, eso es claro", dicen en el equipo de Casado. Maroto también sería un buen interlocutor aunque le falta fuste y algo de agresividad, señalan.
Levy, en alza
En el comité de dirección también habrá movimiento. Fernando Martínez Maíllo no ocultaba sus preferencias. Incluso maniobró para conseguir respaldos a favor de la vicepresidenta. Es un hombre de Rajoy y quizás regrese a Castilla y León. ël es zamorano y maneja muy bien los hilos del partido en esa comunidad. No seguirá en su puesto de coordinador general. También dejará la cúpula de Génova Javier Arenas, el más sorayista de la dirección. Superviviente nato, continúa en la ejecutiva merced a su condición de secretario general del grupo en el Senado. Un elemento extraño en la nueva organización. Andrea Levy, sin embargo, entra en la Ejecutiva y está llamada a un mayor protagonismo. Se le pedirá más dedicación.
El cabeza de lista a la Junta de Andalucía es Juan Manuel Moreno Bonilla. Aquí no hay cambio posible ya que fue elegido por el PP en el congreso regional. Otro 'infiltrado' con el que habrá que concurrir a los comicios andaluces, que posiblemente se adelantarán a otoño. Juanma Moreno es un hombre de Soraya, a ella le debe el cargo. Enemigo de Cospedal y de Zoido, ha participado activamente en la campaña. Es del clan de la pizza, esa foto ya famosa que se hizo el equipo perdedor frente a la comida del G-8 en el Jai Alai. Ya no hay tiempo ni posibilidades de defenestrar a Moreno, siempre muy crítico con Casado y los suyos. Sus posibilidades electores son mínimas, dicen algunas encuestas. Incluso puede que el PP sea superado por Ciudadanos en esa cita electoral. Los días de Moreno, de ser así, también estarían contado.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación