Política

Crece la fractura en la izquierda: En Comú Podem choca con Sumar por el cupo catalán y Compromís endurece su 'no'

Yolanda Díaz, líder de Sumar (pese a que dijo que se apartaría), mantiene un perfil bajo

La amalgama de partidos integrados en Sumar -nada menos que 20 concurrieron a las pasadas elecciones generales- no se ponen de acuerdo respecto al cupo catalán. Las vacaciones les han venido de perlas a los distintos dirigentes políticos de la izquierda para evitar pronunciarse, o hacerlo lo mínimo posible, sobre un tema tan espinoso como la soberanía fiscal de Cataluña pactada entre el presidente del Gobierno central y ERC para conseguir Pedro Sánchez la investidura de Salvador Illa.

Yolanda Díaz, líder de Sumar (pese a que dijo que se apartaría), mantiene un perfil bajo. Lo último que ha comentado, hace tres semanas, es que era "un salto cualitativo" para la comunidad autónoma el acuerdo suscrito por PSC y Esquerra para la creación de una especie de concierto catalán, alegando que es "muy positivo para el país" que fuerzas independentistas y no independentistas puedan entenderse.

En Sumar se han hecho un lío con el federalismo. Íñigo Errejón, portavoz de la formación en el Congreso, lo ha descrito como “una oportunidad para avanzar en un sentido federalizante y plurinacional”; pero Enrique Santiago, secretario general del PCE y diputado de IU, lo ha rechazado argumentando que el Estado federal es “inseparable de un sistema de solidaridad”; Gerardo Pisarello, diputado de los Comunes, ha hablado de “una propuesta federalizante” vinculada “a la progresividad fiscal y a una solidaridad interterritorial justa y transparente”, y, en cambio, Carlos Martín Urriza, portavoz parlamentario de Economía y Hacienda, ha denunciado que “el modelo confederal que se propone ahora para Cataluña” arriesga la “redistribución justa de la renta y la riqueza entre personas y regiones”, y que “no amplía el Estado federal, sino que lo debilita”. Tomen asiento y elijan bando.

Los últimos en hablar han sido el portavoz de En Comú Podem en el Parlamento catalán, David Cid, y el portavoz de Compromís en las Cortes Valencianas, Joan Baldoví.

David Cid ha calificado de "pequeña tormenta de verano" la polémica surgida tras las declaraciones de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, rebajando el pacto con ERC en materia de financiación para Cataluña y ha defendido que lo que hay que hacer es implementarlo cuanto antes. "Estamos ante la típica pequeña tormenta de verano", ha valorado. A su juicio, "lo que hay que hacer es poner en marcha el acuerdo que se firmó y que tiene dos elementos fundamentales", la singularidad y la solidaridad. En este sentido, ha defendido la necesidad de que Cataluña goce de una financiación singular debido a las competencias que tiene transferidas y que otras comunidades autónomas no han asumido. Si el Estado ha avalado un autogobierno singular para Cataluña y cedido competencias como los Mossos, Prisiones o Cercanías, tiene que permitir que disponga de los recursos para gestionarlas, ha sostenido, apostando por hacer "pedagogía" de esta cuestión y "no entrar en debates nominalistas".

Por su parte, Joan Baldoví ha advertido al PSOE y a María Jesús Montero "que no cuente con Compromís" si no aborda "de una vez por todas" la infrafinanciación valenciana "en ese nuevo modelo" para reformar un sistema caducado desde hace diez años: "La ministra debe dejar de una vez por todas de hacer de Cristóbal Montoro, debe dejar de esconder la cabeza debajo del ala, de hacer declaraciones enojosas y debe abordar de una vez por todas el problema de la financiación".

Muchos parecidos entre Sumar y el PSOE

Sumar y el PSOE se parecen mucho. Ambos se están fracturando por el asunto mencionado y ya estaban en una posición muy frágil y con opiniones muy dispares dentro de sus filas. Los barones socialistas están preocupados por las consecuencias en las urnas del pacto fiscal. Temen que mengüe aún más el débil poder territorial que conservan.

Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, ha sacado los colores este viernes a la vicepresidente primera y ministra de Hacienda. Básicamente, se ha reafirmado en que el acuerdo en materia fiscal suscrito es "un concierto", por lo que ha señalado que "no hay que tener miedo a las palabras" ni "refugiarse" en el término de "financiación singular". Y ha añadido: "No soy un mentiroso".

Muy complicado que prospere en el Congreso

Con el rechazo obvio de PP, Vox y UPN más el anticipado de Compromís, CHA y BNG, el bloque del 'no', ante una reforma que conceda un trato singular a Cataluña, reuniría 175 votos, lo que impediría de facto la aprobación. Un frente al que previsiblemente se sumaría Coalición Canaria, lo que elevaría el cómputo a 176, la mayoría absoluta del Congreso. Eso, sin contar con la posibilidad cierta de que también todos o algunos de los cinco diputados de Izquierda Unida, adscritos a Sumar, se añadieran al rechazo. El coordinador regional de IU en Andalucía, con escaño en el Congreso, Toni Valero, ya ha expresado sus fuertes recelos a una iniciativa que lejos de caminar por la senda federal, como afirma Pedro Sánchez, se adentra en la vía confederal consagrando la desigualdad.

En las condiciones arriba descritas, el Ejecutivo se verá abocado a emprender un auténtico maratón de negociaciones y concesiones a las fuerzas minoritarias regionalistas. Compromís y CHA, con tres votos, y BNG con uno, son tajantes en su reclamación de un trato similar al que se otorgue a Cataluña para Valencia, Aragón y Galicia. En el caso de los nacionalistas gallegos esta premisa está incluida expresamente en el acuerdo firmado con el PSOE para investir a Pedro Sánchez. Solo los diputados de estos partidos minoritarios serían claves para el futuro de una iniciativa que los expertos califican de técnicamente muy compleja, según ha publicado 'El Mundo'.

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