Política

Los críticos con Casado enmudecen tras el acuerdo de Andalucía

Los barones críticos con el acuerdo andaluz con Vox han enmudecido. Los recelos hacia Casado se han tornado en mensajes de felicitación

Alberto Núñez Feijóo ha hecho llegar sus felicitaciones a Génova tras el acuerdo alcanzado en Andalucía. El líder gallego fue el primero en abrir la caja de los truenos ante la posibilidad de que el acuerdo con Vox implicara cambios en la Ley de Violencia de Género. Varios dirigentes regionales siguieron su senda. López Miras, en Murcia, Alfonso Alonso, en el País Vasco.

Borja Sémper, candidato a la alcaldía de Guipúzcoa, incluso se permitió una humorada en tuit: "Ya puestos, mejor exigir la expulsión de Andalucía a quienes no sean de Vox". Este miércoles, tras el acuerdo, Sémper cambiaba el tono: "Enhorabuena a Juanma Moreno y a los compañeros del PP de Andalucía. Un gran acuerdo con Ciudadanos". Nada decía sobre Vox, la 'bicha' para todos los dirigentes del PP que consideran que Casado ha volcado al partido hacia la derecha.

"Todavía no he tenido tiempo de hablar con Alonso", declaraba Teodoro García Egea, artífice y gran negociador de las negociaciones que permitirán a Juan Manuel Moreno asumir la presidencia de la Junta andaluza. Alonso, fiel 'sorayista', aparece como uno de los cargos autonómicos con menos afinidad hacia la nueva dirección del partido. El documento con 19 exigencias que plantificó el partido de Abascal en la mesa negociadora provocó una serie de reacciones críticas hacia la cúpula nacional. "Si asumimos lo que dice Vox, ¿para qué nos van a votar a nosotros?", se escuchaba en algunas baronías regionales. 

Un acuerdo 'limpio'

No ha habido más concesiones hacia el órdago de Abascal que un par de promesas algo etéreas. Nada sobre la defensa de la mujer, ni sobre los grupos LGTBI, ni sobre la deportación de 52.000 inmigrantes ilegales. "Ha sido un acuerdo limpio, impecable", comentan ahora esos escépticos que, en estas horas, hacen llegar discretamente sus felicitaciones a la dirección nacional. 

No ha tenido demasiado apoyo de algunos cargos", señalan desde la actual dirección

Casado mantiene un estruendoso silencio en torno a estas escaramuzas internas. Prosigue con su agenda. Este jueves, en Cantabria, presentando a la candidata Ruth Beitia. Luego, Valencia y Madrid. El líder del PP no estuvo en la primera línea de las negociaciones. García Egea ha sido el encargado de dar la cara, de llevar las conversaciones, de redondear el convenio. Logró finalmente que Ciudadanos no rompiera la baraja y que Vox reculara en sus posiciones.

"No ha tenido demasiado apoyo de algunos cargos", señalan desde la actual dirección. Isabel Díaz Ayuso, portavoz del PP de Madrid, tuvo incluso que reclamar silencio en sus filas. "Mientras se está negociando, esto no ayuda mucho", declaró públicamente. El 'final feliz' refuerza la línea de Casado. Andalucía era su primer test electoral. Se volcó en la campaña, protagonizó medio centenar de actos, se pasó quince días en Andalucía.

El resultado no fue espectacular, ya que el PP tan sólo logró 26 escaños. Suficientes para sumar con las otras fuerzas del centroderecha. Se ha logrado. Lo que parecía un imposible, alinear a Ciudadanos con Vox en un esfuerzo conjunto, se ha logrado. Los disidentes ahora guardan silencio. No se ha escuchado a Feijóo ni a Alonso. Los parabienes llegan masivamente a Génova. Por ahora, las cosas marchan bien, comentan estas fuentes. "Ahora habrá que dar el do de pecho en mayo", concluyen. 

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