El sector de Ciudadanos más proclive a pactar con el PSOE no tira la toalla. Cree que el visceral no es no de Albert Rivera a Pedro Sánchez, tres años después del protagonizado por el hoy presidente del Gobierno en funciones contra Mariano Rajoy, está siendo contraproducente porque blinda al candidato socialista en su apuesta por Unidas Podemos y la abstención de ERC como única salida; "justo lo contrario de lo que se debe hacer si queremos romper su estrategia y desgastarle", aseguran fuentes de ese sector.
Proponen que Rivera recupere el famoso Pacto del abrazo con Sánchez, de febrero de 2016, supeditando su reedición a que los socialistas designen otro candidato a la investidura por el bien de España, como ya hizo el líder naranja con Mariano Rajoy, e incluso el propio PSOE, durante el bloqueo político de 2015/2016; "Sánchez empezaría entonces a tener problemas internos y buena parte de la opinión pública nos vería como un instrumento útil para acabar con esta situación".
Albert Rivera insiste en señalar a Mariano Rajoy como obstáculo. "Si hay otro candidato, cambia todo". https://t.co/yjj1Kl61eW
— EL MUNDO (@elmundoes) March 8, 2016
Los críticos parten del análisis de que el actual monolitismo socialista, si la amenaza de repetición de elecciones el 10 de noviembre se consolida, podría resquebrajarse con un candidato como el todavía ministro de Asuntos Exteriores, José Borrell, pendiente de ocupar el cargo de Alto Representante para la Política Exterior de la UE, u otro candidato de peso.
Saben que no es fácil que eso ocurra después de la invitación que hizo Albert Rivera a quien no comparta su estrategia a irse del partido y fundar otro, pero los dirigentes proclives a dar un giro a la estrategia naranja recuerdan que ellos no proponen negociar con Sánchez sino, muy al contrario, "hacer política" para desgastarle y no permitirle llegar a las urnas el 10 de noviembre como "el campeón del diálogo".
Porque no acudir a la llamada para reunirse con él en La Moncloa sirve, dicen, para los muy convencidos, porque si Ciudadanos, con 57 diputados, quiere de verdad convertirse en alternativa al PP, solo lo conseguirá a base de tener cintura a izquierda y derecha.
Para los críticos de Cs, un ejercicio de "contención al sanchismo" sería obligar a los dirigentes socialistas a optar entre otro candidato distinto a Sánchez o elecciones
De momento, los acuerdos con el PP son muy mayoritarios, frente a puntuales pactos como el que se ha logrado con Emiliano García-Page para 23 alcaldías en Castilla-La Mancha. A cambio, Cs se llevará la Alcaldía de Albacete y la de Ciudad Real durante dos años, la mitad de la legislatura.
Entonces, Ciudadanos celebró ese pacto como "histórico" por lo que significa de "contención al sanchismo" y a sus acuerdos con el nacionalismo catalán y vasco, y los críticos recuerdan ahora a Rivera que si pone en marcha la vía Borrell recuperará la iniciativa.
Lo cierto es que la idea de lanzar la candidatura del ministro de Exteriores a la Presidencia del Gobierno no es originaria de ese sector naranja porque el PP lleva semanas coqueteando con esa posibilidad. Lo hace, más que desde la convicción de que saldrá adelante -difícil, como en 2016 con los nombres de José Manuel García Margallo o Luis de Guindos alternativos a Rajoy-, en la idea de desgastar a Pedro Sánchez.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación