Navarra se ha convertido en la piedra angular de los posibles acuerdos entre PSOE y Ciudadanos en comunidades como Castilla y León y Aragón, y algunos ayuntamientos. El intento del PSOE por gobernar la comunidad foral con el apoyo del nacionalismo vasco amenaza con romper unos puentes que son muy frágiles de por sí.
El PSOE ha manifestado su intención de liderar el futuro Gobierno navarro, lo que implica necesariamente un complejo acuerdo con Geroa Bai –la marca del PNV-, Bildu, Podemos e Izquierda Unida. Este acuerdo dejaría fuera del Gobierno a Navarra Suma. La coalición que agrupa a UPN, PP y Ciudadanos ganó las elecciones con 20 escaños, nueve más que los socialistas.
Visiones opuestas
Ciudadanos considera este acuerdo una línea roja, que salpica a barones como Luis Tudanca y Javier Lambán. Los dos aspiran a gobernar Castilla y León y Aragón respectivamente. Y los dos necesitan a Ciudadanos. Albert Rivera quiere un rechazo expreso a la fórmula que se intenta en Navarra. Y así lo exigirá a cualquier líder del PSOE que aspire a pactar con él.
“Ahora parece que Navarra puede ser una moneda de cambio entre el PSOE y el PNV”, advirtió el secretario General de Ciudadanos, José Manuel Villegas, hace unos días en Los Desayunos de TVE. “Esa concepción de país es tan lejana a la nuestra que nos imposibilita pactar con el PSOE, a no ser que alguien diga ‘yo no tengo esa concepción del país que tiene Sánchez’”.
Lambán es ahora el líder socialista que más posibilidades tiene de formar gobierno con Ciudadanos. El rechazo del PAR (Partido Aragonés) a sumarse a un pacto de derechas con Vox y el PP ha situado el acuerdo PSOE-Ciudadanos como la única solución de gobernabilidad para Aragón. Los dos partidos suman la mayoría absoluta de las Cortes.
Fuentes del PP en Aragón reconocen que la negativa del PAR hace "casi imposible" relevar a Lambán. Los populares han sugerido que estarían dispuestos a ceder la presidencia de la comunidad a Ciudadanos. El PP obtuvo 16 escaños y Ciudadanos 12 el 26-M. Pero necesitan obligatoriamente a PAR (3 diputados) y Vox (dos) para alcanzar la mayoría.
Lambán y Tudanca
Lambán es uno de los barones más críticos con Sánchez. Y en el pasado ha censurado abiertamente el diálogo con el separatismo catalán. No sería de extrañar que volviera a hacerlo en el caso de que saliera adelante el acuerdo en Navarra.
La situación es más compleja para Tudanca, que forma parte de la nueva generación de líderes sanchistas. El candidato a presidir la Junta de Castilla y León ganó las elecciones, pero sólo podrá gobernar con Ciudadanos. El líder naranja en la comunidad, Francisco Igea, ha apostado por el cambio, pero no ha precisado con claridad si negociará con el PSOE o con el PP. Los populares también dependen de la formación naranja para mantenerse en el poder.
La formación de Ejecutivos autonómicos influirá decisivamente en algunas grandes alcaldías, que también están a expensas de acuerdos entre diferentes formaciones. Los Ayuntamientos se constituyen el 15 de junio, fecha clave para conocer por donde irán las negociaciones.
La ecuación navarra tiene su peso también para el PSOE. El PNV ha advertido que el pacto en la comunidad foral puede determinar su voto en la investidura de Sánchez. El presidente del Gobierno necesita los apoyos del grupo nacionalista vasco si quiere repetir mandato.
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