La CUP, los socios del presidente catalán Carles Puigdemont en el Govern, vuelve a la carga dos semanas después de su infructuosa petición para expropiar la catedral de Barcelona para pedir, esta vez, “municipalizar la industria turística” de la ciudad para “socializar los beneficios del turismo”.
Así lo recoge el diario El País, según las propuestas que ha presentado el portavoz de la formación, Quim Serra, en el Ayuntamiento para tomar “el control de los alojamientos hoteleros y albergues”, de “los salarios del sector” y de los alquileres. Serra ha recordado que la CUP ya llevaba estas cuestiones en el programa electoral.
“Los mitos del turismo”
La formación anticapitalista busca “desmitificar las principales falacias del sector”. Lo llama “los mitos del turismo”, entre los que se encuentran que el turismo crea empleo, que no tiene que ver con la subida de alquileres, que deja mucho dinero en la ciudad, que no es regulable o que el decrecimiento es una utopía.
Serra ha hecho estas declaraciones en previsión de lo que espera que será “un verano crítico, con 20.000 cruceristas al día, viviendas que se convierten en pisos turísticos, el transporte público y las plazas saturadas y una creciente consciencia vecinal sobre el hecho de que quizá el turismo no revierte beneficios de forma generosa”, recoge El País.
Ha criticado, además, que el “lobby turístico genera empleo precario” y ha arremetido contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por su “insuficiente acción”.
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