El decreto ley es una medida que adoptan los Gobierno en circunstancias que se presuponen especiales y de urgente necesidad. Debe ser sometido a debate y votación del Congreso en un máximo de 30 días desde su entrada en vigor. Si la cámara baja vota en contra, el Real Decreto-Ley decae. Por su carácter de excepcionalidad, se trata de una norma con límites. No puede afectar, por ejemplo, a instituciones básicas, ni derechos, deberes o libertades. Hay que tener en cuenta que el Ejecutivo se salta a las Cortes con este tipo de ley -al entrar en vigor un mes antes de ser votado por ellas, que constituyen el poder legislativo-, y, por ello, vulnera el principio de la separación de poderes.
Pedro Sánchez ha invocado a este recurso en gran número de ocasiones durante su corta legislatura. Tal es así que ha superado en número de Decretos Ley a las etapas de Rajoy y Zapatero, con gobiernos mucho más largos. Lejos de cambiar de estrategia, el Ejecutivo de Sánchez tiene previsto seguir impulsando medidas sociales por decreto hasta el mismo día de las elecciones generales,a pesar de las críticas de electoralismo y por la naturaleza de la fórmula legislativa que impide el debate parlamentario.
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