El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, fue uno de los vencedores del Debate del Estado de la Región, y lo hizo sin pronunciar una sola palabra ante la cámara. Invitado, como otras personalidades de la autonomía, Martín asistió al pistoletazo de salida de un curso político en la capital en el que su papel puede ser clave en los próximos meses. Citado por Ayuso y el PP en varias ocasiones, el delegado del Gobierno aparece como "la espada de Damocles" sobre la actual directiva del PSM.
A nadie se le escapa a estas alturas que el PSOE madrileño nada en aguas revueltas desde hace unos meses. Los cuchillos de Ferraz comenzaron a afilarse contra algunos barones autonómicos tras las elecciones europeas del pasado 9 de junio, cuando la formación socialista tuvo una sangría de votos en prácticamente todos los rincones de España.
Un cataclismo que Sánchez trató de arreglar por la vía rápida, es decir, señalando a los sospechosos habituales. En este caso, Juan Lobato y Juan Espadas. Los juanes. Obviando el caso andaluz, lo de la delegación capitalina es un tema bastante particular.
Y lo es porque en octubre de 2021, cuando Lobato ganó las primarias al alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, éste llegó a la secretaría general en un clima de máxima confianza. Tuvo vía libre de Ferraz para hacer y deshacer a su antojo. Pero la misión era harto complicada, pues el ostracismo socialista en la Comunidad de Madrid se remonta a más de tres décadas.
Su discurso, alejado del histrionismo que rige Ferraz, ha tratado de recortar diferencias con el PP al mismo tiempo que aplacaba el sorpasso de Más Madrid. El 28 de mayo de 2023, ni una cosa ni la otra. Ayuso sacó mayoría absoluta y Más Madrid los mismos diputados que el PSOE, 27.
A ello se sumó las críticas a la amnistía y el concierto catalán, uno al que ahora se ha sumado para aportar su experiencia fiscal como técnico de Hacienda, lo que ha hecho que los gerifaltes de Ferraz lo quieran apartar. Entre la marea de nombres que siempre aparecen en una situación así, parece que el de Francisco Martín gana enteros para ser el candidato de Sánchez en las primarias del PSM este 2025.
Un delegado del Gobierno con aspiraciones
De Francisco Martín se han dicho muchas cosas, entre ellas lo vehemente que es contra la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento. Pero esa es su misión, para que le han puesto en dicha silla. Fiereza contra el modelo Ayuso, el que tantos quebraderos de cabeza genera a Sánchez.
Un perfil desprovisto de diplomacia, un ariete constante. La gota china. Si los números del balance de criminalidad en su región suben, algo que está entre sus competencias, él se revuelve y contraataca al Ejecutivo regional, no importa el motivo.
Eso lo hace como nadie, y es algo que en Ferraz gusta. Tanto que tiene aura de ser el rival de Lobato en las primarias del PSM, las cuales se celebrarán, si nada falla, en los primeros meses de 2025, tras el Congreso Federal de Sevilla donde Sánchez redoblará su poder interno.
Pero en esta contienda también juega Lobato, el cual parece ya enterrado y nada más lejos de la realidad. El actual secretario general del PSM cuenta con un enorme apoyo entre las bases, las cuales no tienen la misma imagen de él que la que proyectan desde Ferraz. No será fácil para Lobato, pero "está ilusionado" y "tiene claro" lo que necesita Madrid para acercarse al PP, o al menos, quitarse de encima a Más Madrid y ser la única oposición a Díaz Ayuso.
El otoño será caliente en el PSM, pues ya lo está siendo el veranillo de San Miguel. Veremos si el general invierno invierte la tendencia o el delegado del Gobierno sigue subiendo en las apuestas contra Lobato para reubicar al partido socialista madrileño en el panorama político.