Mariano Rajoy y Albert Rivera se verán este jueves en la Moncloa después de cuatro meses y lo harán para constatar otro desacuerdo. El líder de Ciudadanos piensa exigirle que mantenga el artículo 155 de la Constitución en Cataluña tras la investidura del "racista" Quim Torra como presidente de la Generalitat, pero el jefe del Ejecutivo no está por la labor.
Rajoy quiere ir paso a paso, esperar a que Torra cometa un error, y cargarse de razones por si tiene que adoptar una medida muy dura como sería la vuelta a otro 155. El Gobierno no repetiría un 155 light sino otro más extenso en el tiempo que conllevaría nombrar un gobernador para Cataluña, la intervención de los medios de comunicación públicos (TV3, Catalunya Radio y la Agencia catalana de Noticies) o el control previo del Parlament para que no haya episodios como la propuesta de investir al prófugo Carles Puigdemont.
"Proporcionalidad"
Una hoja de ruta lo suficientemente contundente como para que el martes pasado, un día después de la investidura de Torra en el Parlament, llamara a la Moncloa al que, hoy por hoy, sigue siendo líder del principal partido de la oposición, el socialista Pedro Sánchez, para escenificar "firmeza" pero también "proporcionalidad". Nada que ver con un Rivera que propone aplicar esa hoja de ruta de inmediato.
PP y PSOE reprochan al líder de Ciudadanos que haga "electoralismo" con un tema tan delicado como el desafío catalán, rompiendo así la unidad de los constitucionalistas
Tanto el inquilino de La Moncloa como el líder socialista acusan a Rivera de usar el problema catalán para sacar votos, pero él no se arredra. De hecho, este domingo ha anunciado el lanzamiento de una plataforma ciudadana que, similar a la En Marche que llevó a Emmanuel Macron a la Presidencia Francesa, pretende un rearme moral y social de España frente al desafío secesionista.
Rajoy le ha pedido en reiteradas ocasiones que actúe con "responsabilidad" en un tema tan delicado, pero el presidente de Ciudadanos ha hecho oídos sordos. La última sesión de control al Gobierno constató el abismo que separa a ambos líderes. Desde su reunión a finales de diciembre, Rivera sólo ha hablado por teléfono otras dos veces con Rajoy en enero y en marzo. La primera fue relativa a Cataluña y la segunda, antes de presentar los Presupuestos.
Cs: Rajoy ya esperó a Puigdemont
Sobre las acusaciones de electoralismo y llamamientos a la responsabilidad de PP y PSOE, fuentes de Ciudadanos aseguran que si exigen actuar rápido es precisamente "por responsabilidad". Y recuerdan que Rajoy ya esperó demasiado con Puigdemont y Oriol Junqueras y pasó lo que pasó. Junqueras, dicen en el partido naranja, era el interlocutor del Gobierno y está en la cárcel.
"Los que dijeron que Junqueras era un hombre de Estado fueron ellos. Nosotros veníamos avisando de que eran capaces de todo y por desgracia no nos equivocamos", dicen fuentes del partido naranja. "Lo que no queremos es que se repitan los mismos errores. Con Torra estamos avisados. No es una cuestión electoral".
Rivera va a insistir en el mensaje de que Cataluña no puede esperar. Y que si el 155 conlleva la caída del Gobierno porque el PNV retira su apoyo a los Presupuestos, así sea. Rivera quiere un control urgente de los medios públicos, los Mossos y las cuentas de la Generalitat. El líder naranja no romperá la unidad del constitucionalismo pero apretará todo lo que pueda a Rajoy.
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