La secretaria general del PSOE-A y ex presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, consiguió este lunes frenar la enésima crisis con la Dirección federal que, ésta vez sí, podía haber desembocado en el ansiado congreso que elija sucesor suyo para un nuevo tiempo en la principal federación socialista.
Díaz y su secretario de Organización, Juan Cornejo, hicieron un viaje relámpago a Madrid para visitar a Pedro Sánchez en La Moncloa a fin de ofrecerle una tregua después de ver cómo el presidente del Comité Federal y hombre fuerte del 'sanchismo' en Andalucía, Francisco 'Quico' Toscano, alcaldes de Dos Hermanas (Sevilla) visitaba al presidente de la Diputación provincial, Fernando Rodríguez Villalobos, para exigirle de "dé un paso a un lado", según confesó posteriormente el propio Toscano.
El alcalde de Dos Hermanas fue encargado de transmitir al 'padrino político' de Díaz en Sevilla, que Sánchez no estaba dispuesto a revivir la pasada guerra de las listas al Congreso y Senado, ahora a cuenta de la elección de los presidentes de diputación. Además de la 'cabeza' de Villalobos, Ferraz quiere las de los presidentes de las diputaciones de Cádiz, Irene García, y Córdoba, Antonio Ruiz; no así la de Francisco Reyes en Jaén, una de las provincias donde más fuerte está el PSOE andaluz.
El entorno de Díaz se ha apresurado a señalar que se ha abierto "una nueva etapa" entre Sánchez y ella, pero en Ferraz siguen creyendo que tarde o temprano tiene que haber una sucesión en el PSOE-A
Díaz se va a plegar a los deseos de Sánchez pero, a cambio, no habrá en el horizonte inmediato un congreso extraordinario del PSOE-A y una salida traumática de ella del poder orgánico seis meses después de perder en las elecciones de diciembre la Presidencia de la Junta de Andalucía. Es más, fuentes próximas a la lideresa socialista señalaban ayer a Efe que ella y el presidente enterraron el lunes el "hacha de guerra" durante el encuentro en La Moncloa. "Se ha abierto una nueva etapa", recalcan.
Horas después de ese encuentro, el secretario de Organización federal, José Luis Ábalos, aprovechó la rueda de prensa prevista para valorar los resultados del 26-M en la Ejecutiva Federal, para enviar a Díaz el recado de que no habrá un congreso extraordinario del PSOE-A a corto plazo, pero hay que "aunar esfuerzos" para "relanzar" el proyecto socialista en Andalucía; aunque las palabras de la secretaria provincial del PSOE de Sevilla y mano derecha de Díaz, Verónica Pérez, pareció matizar este martes:
El PSOE de Sevilla dice que "ahora" mismo no corresponde decidir sobre la Diputación y ve "absurdo" plantearlo https://t.co/0NCzYvhCBa
— Europa Press (@EPAndalucia) May 27, 2019
"A nadie se le escapan los desencuentros que hemos tenido con las últimas candidaturas, pero esperamos que el ambiente de colaboración vaya a mas", había dicho Ábalos. Ahora, Sánchez y los suyos apuestan por el "trabajo conjunto" para poder "revisar la estrategia" de cara a ser la alternativa de gobierno a Juan Manuel Moreno Bonilla "a la primera oportunidad", y tener una federación "donde los militantes y las militantes se sientan claramente integradas".
Y es que las elecciones del pasado domingo dejaron un panorama en el que los pactos PP/Ciudadanos pueden ensombrecer la victoria del PSOE-A en numerosos municipios, sobre todo de la Costa del Sol, dejando a los socialistas sin alcaldía. En cómputo global ha sacado 115.000 votos más que en las municipales del año 2015 en Andalucía, lo que se traduce en 4.209 concejales, 128 más. Y logra mayoría absoluta en 368 de los 785 municipios, un 46,9%, y relativa en otros 101.
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