"Digan lo que digan, para muchos de los nuestros va a ser un debate decisivo porque el resultado está abierto", opinaba anoche uno de los pocos cargos del PSOE que no se han decantado en esta cruenta batalla por Díaz o Sánchez/Sánchez o Díaz; contestaba así a la displicencia con la que viven otros socialistas el pulso televisivo que se avecina.
Recuerda esa fuente que es muy impactante que 125.000 de los 188.000 militantes con derecho a voto en las primarias del 21 de mayo hayan avalado bien a Susana Díaz (60.231), a Pedro Sánchez (53.692) o a Patxi López (10.866), y habla por si solo de lo empatado que está todo... pero no revela nada, apunta, de por dónde van a ir los 63.000 afiliados que no han avalado, "a los cuales se les presupone también ganas de votar, como el valor al soldado".
Así que, descontando la abstención técnica en todo proceso electoral -en torno al 20%-, es probable que unos pocos miles de esos indecisos tengan en su mano la victoria de Díaz o de Sánchez; sobre todo, tras garantizar ayer la gestora que vigilará la confidencialidad de voto al máximo: no se podrá traer la papeleta de casa sino que se tendrá que coger en las agrupaciones, dentro de una cabina o tras un biombo o cortina habilitada al efecto.
Para esa masa anónima el debate que comenzará a las 12 del mediodía del lunes 15, sin presencia de militantes -"no se trata de que la gente aplauda o abuchee", decía ayer a Vozpópuli uno de los negociadores-, sí será importante. La última palabra la tendrá Pedro Sánchez. Como ocurre con todos los formatos electorales de TV, habrá cinco bloques: apertura, política social, económico, modelo de partido y cierre, también conocido como minuto de oro. Estos dos últimos bloques los cerrará Sánchez; por contra, el debate lo iniciará ella.
Una periodista será la moderadora del debate, como ya ocurrió en 2014 cuando se enfrentaron Sánchez, Madina y Pérez Tapias
Los equipos estuvieron ayer por la tarde en Ferraz reunidos con la gestora y quedaron de acuerdo en que el debate del 7 de julio de 2014 entre Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias estuvo bien menos en lo referido a los 33 invitados de cada uno de los participantes porque, al final, se convirtieron en una clac que hacía preguntas exclusivamente dirigidas a que su patrocinado quedase bien. No se repetirá.
Esta vez las sillas estarán dispuestas en la Sala Ramón Rubial de Ferraz serán para el equipo de cada candidato (cinco o seis personas) y representantes de los medios de comunicación. Es una incógnita todavía quién será la "moderadora" del debate; solo se sabe que será mujer.
Se ofrecerá señal en 'streaming' para que lo retransmitan todas las cadenas de TV y radio que lo soliciten, pero dado el horario matinal de la cita no son esperables audiencias millonarias.
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