Probablemente no tenía previsto decirlo así y ahora, pero lo dijo... y se armó. Rocío de Frutos, cabeza de lista por Orense en las elecciones del 20-D por deseo de Pedro Sánchez, se fue ayer a una radio gallega y allí comentó que, si gana Susana Díaz, ella dejará la militancia en el PSOE. Inmediatamente se desató una controversia furibunda en redes entre los partidarios de Sánchez y los de la andaluza, que acabó como suele en estos casos: insultándose y hablando de todo menos de lo dicho por De Frutos.
Y es que los susanistas, que hasta el recuento de avales apretado con los sanchistas estaban en el No hay mejor desprecio que no hacer aprecio, ya no dejan pasar ni una sin contestación. Lo demostraron el lunes, convirtiendo al alcalde de Calasparra (Murcia) en protagonista nacional por su comentario de que la gestora realiza prácticas "mafiosas", y ayer volvieron a la carga con la diputada orensana. Le dio hasta el director de gabinete de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Máximo Díaz Cano, que se prodiga poco:
https://twitter.com/max_ra/status/862306031061393409
A mediodía, el comentario de Rocío de Frutos ya era pasto de los corrillos de periodistas y políticos en el patio del Congreso; y aunque muchos, de uno y otro lado, la critican por echar más leña al fuego del enfrentamiento, todos reconocen que tras las primarias del 21 de mayo pueden darse esa dimisión y otras hoy inverosímiles.
Porque, como dijo Patxi López a los periodistas media hora después de la entrevista a De Frutos en Galicia: "Si el PSOE sigue dividido, da igual quién gane las primarias". "¿Qué van a hacer los socialistas el día siguiente de las primarias si se arman ejércitos para ir a la guerra?" Pues más guerra.
Cierto que, a priori, no sería igual la victoria de uno u otra. Si gana Susana Díaz, los efectos en el Grupo Socialista y en las federaciones se dejarán sentir menos porque la inmensa mayoría de los aparatos, no digamos de la gestora, está con ella. Lo que sí habrá es una baja sustancial de miles de sanchistas que han hecho profesión de fe de la defensa del exsecretario general en las redes.
Si gana Díaz las dimisiones serán contadas, aunque habrá una baja sustancial de militantes sanchistas; pero si gana Sánchez, los susanistas anuncian un cataclismo orgánico en las federaciones
Las dimisiones en lo orgánico serían pocas porque Sánchez no controla muchas federaciones, y en el Grupo Socialista se circunscribirían, como mucho, a De Frutos y algún otro diputado de los ocho del "no es no" a Rajoy, tales que la comandante Zaida Cantera, la balear Sofía Hernanz o la palentina Mari Luz Rodríguez.
No parece que el exalcalde de San Sebastian, Odón Elorza, o la aragonesa Susana Sumelzo estén por esa estrategia de abandono; mucho menos el secretario del PSPV en la provincia de Valencia, José Luis Ábalos, la asturiana Adriana Lastra, o la exmagistrada Margarita Robles, quien, consultada por Vozpópuli, respondió que ella piensa seguir siendo diputada gane quien gane.
Pero si gana Sánchez, entonces el "cataclismo orgánico" está asegurado, dice un importante susanista a Vozpópuli. El presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, ya amagó en el último Comité Federal con protagonizar un De Frutos, no volviendo a presentarse en las elecciones de 2019 si gana Sánchez, aunque luego se desdijo. Y al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ya le ha salido una competidora por el liderazgo, la que fuera consejera de Educación en su gobierno, Eva Pérez.
"Nuestro problema es que nos hemos perdido el respeto, que comienza por respetar el resultado sea cual sea", reflexionaba ayer abatido en el patio del Congreso un expresidente autonómico, hoy diputado. "Y así es difícil que se asiente nada el día después".
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