La consulta a las bases sobre el 1-O realizada por el partido de Ada Colau ha evidenciado una profunda división interna. Hasta un 40,6% de los votantes se ha posicionado en contra de apoyar la consulta de independencia como una "movilización", rebatiendo así las tesis oficialistas de la alcaldesa de Barcelona. Los que sí se han alineado con la cúpula de la formación han supuesto el 59,3%.
"¿Catalunya en Comú tiene que participar en la movilización del 1-O?", era la pregunta trasladada a la militancia. De los 3458 sufragios emitidos, 2.053 han sido favorables y 1.404 negativos. La web de votación ha estado habilitada entre el martes y el jueves.
El partido de los 'comuns' está integrando por Barcelona en Comú, EUiA (la marca de IU en Cataluña) e Iniciativa per Catalunya-Verdes (ICV). Son, precisamente, sectores de ICV los que venían abogando (con la firma de un manifiesto incluida) por no participar en el referéndum de independencia, por mucho que la alcaldesa y sus colaboradores insistían en que sólo lo respaldan como una "movilización" y "sin carácter vinculante".
En el debate de la Ley del referéndum en el Parlamento, esta sensibilidad de ICV, expresada por el portavoz del grupo Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela, ya quedó manifiesta. Coscubiela se situó del lado de la legalidad, mientras que Joan Josep Nuet (EUiA) y los representantes de Podem estuvieron más cerca de los secesionistas. Como miembro de la Mesa del Parlament, Nuet incluso votó a favor de la admisión a trámite de la Ley del referéndum, pese a la suspensión del Tribunal Constitucional. El partido de los 'comuns' no concurrió al 25-S, por lo que no forma parte de Catalunya Sí que es Pot, pero la postura de la cúpula de Colau sobre el referéndum del 1-O es idéntica a la de la delegación catalana de Podemos, dirigida por Albano Dante Fachin.
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