Solo dos de cada diez españoles creen que el cupo independentista catalán no rompe la igualdad entre las autonomías

El discurso elaborado por el Gobierno de Pedro Sánchez para justificar las presuntas bonanzas del acuerdo fiscal y financiero suscrito por el presidente del Gobierno con ERC, plasmado finalmente en el denominado cupo exclusivo catalán, no acaba de ser precisamente creíble para una mayoría de ciudadanos, que lo perciben como un paso más -acaso el más peligroso dado hasta ahora por el empeño del jefe del Ejecutivo en continuar siéndolo- hacia la quiebra de la igualdad entre los españoles consagrada en la Constitución.

Se trata de la principal conclusión de una de las partes de la encuesta elaborada por Hamalgama para Vozpópuli en este arranque del curso político, cuando precisamente el Gobierno ha movilizado sus efectivos para trasladar la idea de que el cupo supone un avance "solidario" para la España autonómica y no lo que en realidad es, de acuerdo con la opinión mayoritaria: una cesión sin precedentes al independentismo catalán tenida por Esquerra Republicana como imprescindible para garantizar la investidura del ya presidente de la Generalitat, el socialista Salvador Illa, y la propia continuidad de Sánchez en el Palacio de la Moncloa pese a una manifiesta debilidad parlamentaria evidenciada en una legislatura desprovista de pulso.

En este sentido, los números son más que elocuentes: solo dos de cada diez encuestados creen que el cupo exclusivo catalán no rompe la igualdad entre las autonomías. Al margen de ese 13% que no se decanta, solo un exiguo 18,5% de los entrevistados 'compran' el argumentario sanchista frente a una mayoría (68,5%) que percibe el cupo como un peaje político y una flagrante quiebra del principio constitucional de igualdad entre españoles con independencia de su lugar de nacimiento o de residencia.

Por edades, el segmento que se sitúa entre los 65 años o más es el que se muestra más crítico con el cupo independentista catalán, considerado por los encuestados un peligroso paso hacia la ruptura del principio constitucional de igualdad entre los ciudadanos

Por edades, el segmento situado entre los 65 años o más es el que se muestra más crítico con el trato diferenciado en material de fiscalidad dispensado por Sánchez a Cataluña como una nueva concesión al soberanismo. Así, un 72,4% de los encuestados en esta franja se muestra contrario al acuerdo, porcentaje que baja al 66,7% en aquellos entrevistados con edades comprendidas entre los 30 y los 44 años. Por su parte, en el estrato más joven, entre los 18 y los 29 años, la percepción del cupo independentista como un elemento de erosión de la igualdad entre los ciudadanos es compartida por el 59,7%.

Una diferencia muy estrecha

Por preferencia de voto, el sondeo de Hamalgama, cuyo trabajo de campo fue elaborado entre los pasados días 3 y 6 de septiembre, es coherente con el posicionamiento de las formaciones políticas a los que los votantes han venido otorgando su confianza durante el reciente ciclo electoral. No obstante, es muy reseñable el número de electores del PSOE que no comporten el trato de privilegio otorgado por su líder a Cataluña: nada menos que un 42,4%. Destaca en este sentido que el cupo tenga solo diez puntos más de aceptación entre los votantes de Sumar que entre los que secundan a Sánchez como candidato. Así, un 68% de los simpatizantes de la plataforma encabezada por Yolanda Díaz considera inocuo el pacto a efectos de igualdad entre los españoles frente al 57,6% que así lo estima se registra respecto entre la parroquia socialista.

En el ámbito del centro-derecha, la diferencia porcentual respecto a la valoración negativa del cupo exclusivo catalán es estrecha, de poco más de un punto (93,2% entre los votantes del PP frente al 94,6% de los de Vox).