La operación de desmontaje que Santiago Abascal ha ordenado de los Gobiernos de coalición entre PP y Vox va a tener un coste elevado. Supone la salida de más de doscientos cargos dependientes de la formación populista que desempeñaban diferentes funciones en los cinco Ejecutivos autonómicos afectados por esta decisión.
Sólo en la Comunidad Valenciana son cerca de medio centenar las personas que tendrán que abandonar el Gobierno autonómico entre consejeros, subsecretarios, secretarios autonómicos, directores generales, gestores de fondos europeos, así como personal de confianza de los cargos públicos de Vox que realizan labores de interlocución con las Cortes Valencianas, jefes de gabinete o de comunicación.
Ese esquema se repite en todos los Ejecutivos afectados por esta decisión que surgió como una amenaza si el PP aceptaba el reparto entre Autonomías de los menores inmigrantes no acompañados y que, a medida que pasaron los días, se ha convertido en una realidad que ha sobresaltado en pleno mes de julio la escena política de manera poco esperada por los dirigentes del PP.
Los cinco gobiernos en los que el PP se quedará en solitario, si no decide apretar el botón del adelanto electoral, son los de la Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, Murcia y Castilla y León.
Comunidad Valenciana
El Gobierno que preside Carlos Mazón fue el primero que registró en España un pacto entre PP y Vox. Ni siquiera se ha cumplido un año de la conformación de ese pacto y ya ha saltado por los aires.
Mazón descarta por completo un adelanto electoral (los comicios tocan en 2027) y su intención es que "el PP siga liderando cambio y lo mejor para los valencianos es seguir profundizando en la agenda del cambio".
El presidente valenciano lo fía todo de esta forma a gobernar en solitario con el apoyo puntual de Vox en temas clave como la conformación de los Presupuestos. Mazón asegura que "es Vox el que tiene que dar explicaciones porque yo no estoy en el juego de sillones".
El pacto PP-Vox en la Comunidad Valenciana ha funcionado sin excesivos sobresaltos, salvo en cuestiones como la relativa a la violencia contra la mujer, la infrafinanciación o la polémica Ley de Concordia.
La salida de Vox del Gobierno supondrá la dimisión del vicepresidente primero y consejero de Deportes y Cultura, Vicente Barrera, y los consejeros de Justicia e Interior, Elisa Núñez y de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Luis Aguirre.
Castilla y León
La cuestión en Castilla y León puede ser diferente. La legislatura, a diferencia de la Comunidad Valencia acabará en febrero de 2026 y los dos años y medio de coalición han estado llenos de sobresaltos.
El presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, podría sobrevivir con el apoyo externo de Vox, ya que logró la aprobación de los Presupuestos el pasado mes de abril y podría en 2025 prorrogarlos para lograr acabar la legislatura.
No obstante, el adelanto electoral también planea sobre esta autonomía y no es una cuestión que descarte absolutamente Mañueco.
La salida de Vox de la Junta de Castilla y León supondrá la dimisión del vicepresidente, Juan García-Gallardo; el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones y el de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas. El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, que en su día fue propuesto por Vox como independientes seguirá en el Gobierno autonómico.
Aragón
Otro de los gobiernos afectados por esta ola de ruptura de los pactos entre Vox y el PP es el de Aragón. El presidente aragonés, Jorge Azcón, firmó el acuerdo de gobierno con la formación populista en agosto del año pasado.
Como sucede en el caso valenciano, Azcón no se plantea adelantar las elecciones y tratará de acordar el apoyo externo de Vox para seguir gobernando en minoría y agotar la legislatura.
La ruptura no era deseada por los cargos de Vox en Aragón que no se han quejado del cumplimiento de los 80 puntos que pactaron con el PP.
Pese a todo, ayer cancelaron su agenda y el abandono de Vox del Gobierno aragonés implicará la salida de del vicepresidente primero y consejero de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia, Alejandro Nolasco; También lo hará el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Ángel Samper.
Murcia
La Región de Murcia que está presidida por Fernando López Miras es el cuarto de los gobiernos afectados por la ruptura de Vox. Fue el Ejecutivo que más tardó en llegar a un pacto de coalición y se rozó la repetición electoral.
Esta mañana ni el vicepresidente y consejero de Interior, Emergencias y Ordenación del Territorio, José Ángel Antelo, ni el consejero de Fomento e Infraestructuras, José Manuel Pancorbo, acudieron a la reunión semanal del Consejo de Gobierno.
La cohabitación no ha sido la mejor, ya que Vox en esta Autonomía tiene diferentes 'familias'. A diferencia de Aragón y Valencia, López Miras no descarta un adelanto electoral dado los buenos resultados que ha obtenido en las últimas citas.
Extremadura
Y el quinto Gobierno que va a sufrir modificaciones es el de Extremadura. El Ejecutivo que lidera María Guardiola fue el más beligerante contra la entrada de Vox en la Junta y provocó una reacción de la dirección nacional del PP que 'aconsejó' que finalmente se produjera esa entente.
La salida de Vox de sus responsabilidades en la Junta implicaría el adiós del consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, Ignacio Higuero, aunque finalmente ha desafiado la orden de Abascal, se ha dado de baja del partido seguirá en la Junta. Guardiola sí ha destituido a la secretaria general y tres directores generales.
María Guardiola quería que la estabilidad siguiera en su Gobierno pero una vez que la ruptura se ha consumado se inclina por seguir gobernando en minoría con apoyos externos para temas de calado. Descarta un adelanto electoral.
Baleares y los ayuntamientos
Al margen de estos cinco gobiernos, está el caso balear. Vox no está técnicamente en el Gobierno que lidera Marga Prohens, pero si hay un acuerdo con puntos programáticos que han de cumplirse para facilitar el gobierno.
Como en el caso de la Comunidad Valenciana, la presidencia de las Cortes autonómicas recae en Vox, con el controvertido Gabriel Le Senne como protagonista. Abascal, ha incluido en la orden de ruptura a Baleares y, por lo tanto no darán apoyo parlamentario al PP.
En cuanto a los ayuntamientos, han quedado fuera de esta primera oleada de ruptura ordenada por Abascal, pero si en un futuro acaban formando parte de esa estrategia, la nómina de personas que perderían su puesto sería elevadísima porque son numerosos en los que hay coalición. Consistorios tan representativos como el de Valencia (donde Vox forma parte del Gobierno) y otros como Sevilla o Zaragoza, en los que apoyan al PP puntualmente, tendrían un futuro incierto.
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