La diplomacia española está preocupada. La intención del Gobierno de Pedro Sánchez de reconocer a Palestina de manera inminente se ve más como un error que como un acierto, porque va a afectar negativamente a las relaciones exteriores de España con aliados importantes. "Nos va a costar caro tanto con Estados Unidos como con Israel", lamenta un amplio sector diplomático en conversación con este diario. Además, varias fuentes diplomáticas de alto nivel consultadas por Vozpópuli aseguran que Washington envió un "claro mensaje" al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, durante su encuentro con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken: que España espere antes de tomar la decisión. Cabe reseñar que EEUU no puede vetar una decisión soberana de Madrid, pero puede influir en ella.
"A todas luces, se precipitaron [en el Gobierno]. No es el momento [de reconocer a Palestina]. Lo digan los Estados Unidos o no lo digan", sostiene una ex alto cargo socialista con solera en las relaciones internacionales. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pretende anunciar la fecha del reconocimiento este miércoles durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados. Aunque las fuentes consultadas no son tan optimistas, ya que creen que la muerte del presidente iraní en un supuesto accidente de helicóptero puede retrasar todo.
Es más, la previsión de algunos diplomáticos es que el reconocimiento, decretado por el Consejo de Ministros, se va a efectuar en medio de la campaña de las elecciones europeas, que arranca este jueves, "para tener más efecto". En Exteriores ya descartan que la decisión se tome en el marco de la Unión Europea, la primera pretensión fallida de Sánchez, y tampoco ven a los pocos países receptivos sumándose. "A Albares eso ya le da un poco igual", explican las fuentes consultadas en su departamento. El ministro, según el relato de estas fuentes, explicó a Blinken que el reconocimiento va a ser algo fundamentalmente retórico para evitar suspicacias de Estados Unidos.
Sánchez emprendió en abril una gira europea que le llevó a Polonia, Noruega, Irlanda, Eslovenia y Bélgica para recabar apoyos y efectuar el reconocimiento del Estado palestino cuanto antes de manera coral. Pero todo apunta que su esfuerzo va a quedar en fracaso. Ya le falló su colega portugués, Luis Montenegro, recién elegido primer ministro, quien le trasladó la misma posición que el PP dada su adscripción ideológica: dos estados sí, pero reconocimiento tras un debate sereno y con el respaldo de los grandes países occidentes (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, etc).
Lo cierto es que Sánchez aspiraba a apuntarse un tanto y que varios socios comunitarios dieran un paso en la misma dirección que Madrid. Pero ahora Moncloa intenta maquillar el golpe en el prestigio internacional del presidente, ya tocado por sus cinco días de reflexión y falso amago dimisionario. Fuentes gubernamentales de Sumar apuntan: "Esta medalla todo el mundo sabe que es en parte nuestra. Él [Pedro Sánchez] quería siempre que fuera acompañado. Primero con toda la UE, que sabía que no iba a pasar. Y, luego, con ciertos países. Pero el mapa es el que es, no se van a mover más".
El presidente Sánchez ha tenido que cambiar de planes sobre la marcha. Su idea inicial era, en efecto, aprobar el reconocimiento del Estado palestino en el Consejo de Ministros de este martes, según avanzó la televisión pública irlandesa citando fuentes oficiales del Ejecutivo de Simon Harris. Moncloa nunca llegó a confirmar oficialmente esa información. Pero otras fuentes dentro del Ejecutivo apuntaban en esa dirección. Y así lo recogieron algunos medios de comunicación, como El País.
La situación diplomática entre España e Israel es especialmente delicada, precisamente, por el conflicto que se está viviendo en Oriente Medio. Las autoridades de Israel, en estos momentos, son especialmente sensibles a cualquier posicionamiento de un país occidental. Cabe recordar que a finales del año pasado retiraron durante más de un mes a su embajadora en Madrid como protesta por la posición española ante el conflicto. Pero tras la última visita de Sánchez con el primer ministro belga, el gobierno de Benjamín Netanyahu señaló a ambos dirigentes por apoyar el terrorismo. Es más, ya lanzan el mensaje de que Hamás se alegrará del reconocimiento español a Palestina.
Tras estallar el conflicto entre Israel y Hamás, el pasado 7 de octubre por el ataque terrorista de Hamás en territorio israelí, se celebró una cumbre internacional en Egipto el día 21 de ese mes a la que se desplazó Pedro Sánchez. El líder socialista volvió poco después, el 23 de noviembre, para realizar, junto con el primer ministro belga, Alexander de Croo, una gira por Israel, Palestina y Egipto durante la que se entrevistó con sus principales autoridades.
Entre ellas, el presidente y el primer ministro israelíes, Isaac Herzog y Benjamin Netenyahu, respectivamente; el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás; y el presidente egipcio, Abdel Fattah Al Sisi. Esa gira provocó una crisis diplomática con Israel debido a la posición de Sánchez reclamando a este país el respeto al derecho internacional en su respuesta a los ataques de Hamás para evitar el sufrimiento de la población palestina.
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