Mariano Rajoy echa el resto en la campaña electoral de las autonómicas. Arrancó en Zamora, Canarias y Asturias, suspendió luego su actividad por el luto tras el fallecimiento de Pérez Rubalcaba y este martes reapareció en Alahurín de la Torre, en respaldo del alcalde Joaquín Vilanova, con quien comparte una amistad de años.
Pablo Casado ha recurrido a su predecesor en el PP para transmitir la idea de ccentralidad en la que se embarcó tras el desastre del 28-A. Mientras José María Aznar ha desaparecido de la primera línea de la campaña, Rajoy se muestra enormemente activo. Este miércoles compareció en la presentación de un libro de Álvaro Nadal, quien fuera ministro de Gobierno así como jefe de la Oficina Económica de Moncloa. Nadal, también estuvo arropado por la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y otras figuras del 'sorayismo'.
Reproches desde el pasado
El extitular de Energía se apartó de la vida pública al considerarse desplazado por Pablo Casado, a quien le reprochó el no haber contado con la gente de las anteriores etapas del PP. "No es cierto que haya querido contar con todo el mundo", ha asegurado en alguna entrevista.
Rajoy, que no es ajeno a las tensiones internas que se viven en su formación, no ha eludido dar la cara en estos tiempos complicados. Se anuncia, así, que en estos días tomará parte en al menos tres actos de campaña, dos en Orense y otro en Lugo, donde comparecerá acompañado de Alberto Núñez Feijóo, a quien las encuestas le predicen enormes dificultades en su empeño por recuperar alguna alcaldía de las grandes ciudades de la región.
El expresidente del Gobierno se ha mostrado muy beligerante contra Ciudadanos en sus comparecencias públicas, a quienes tacha de 'bisagrita' y a quienes reprocha el copiar iniciativas que ha propuesto y hasta aplicado el PP en los últimos tiempos. La relación entre Casado y Rajoy no es demasiado estrecha pero ambos guardan las apariencias sin complicaciones.
En círculos del PP aseguran que la voz de Rajoy será escuchada con atención tras los comicios del próximo domingo, en especial si los resultados no consiguen superar el listón de lo aceptable. Será entonces cuando algunos barones quizás decidan dar un paso al frente y convocar un congreso extraordinario para decidir el futuro de su formación, algo que por ahora no pasa de la categoría del rumor.
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