Los resultados de las elecciones generales y autonómicas en la Comunidad de Valencia dejan en el aire la continuidad de la dirigente popular Isabel Bonig una vez que pase la vorágine de las municipales, para las que queda menos de un mes.
Aunque la caída del Partido Popular en la región ha sido más suave de la sugerida por las casas demoscópicas, que auguraban a la formación un fracaso estrepitoso y auge desmesurado a Vox, lo cierto es que los populares han perdido 12 escaños con respecto a los comicios de 2015 en uno de sus enclaves históricos. El liderazgo de una de las fieles a Soraya Sáenz de Santamaría se tambalea.
En total, el PP acaparó 504.403 votos y 19 escaños, sólo uno de ventaja con Ciudadanos. La formación naranja se erigió como tercera fuerza más votada por delante de Compromís. Se trata de la primera vez desde 1991 que el PSOE adelanta a los populares en una comunidad que llegó a facilitar las históricas mayorías del partido bajo los mandatos de Aznar y Rajoy.
Si bien las autonómicas valencianas han venido a replicar los resultados de las generales, Génova no pasa por alto el trabajo de Bonig con Santamaría en la primera vuelta de las primarias
Si bien las autonómicas valencianas han venido a replicar de algún modo los resultados de las generales, Génova no pasa por alto el trabajo de Bonig con Santamaría en la primera vuelta de las primarias. En la segunda, pidió una lista de unidad o, si no era posible, respetar la palabra de las bases. Dicho en román paladino: que ganara la hasta entonces vicepresidenta.
Consciente de ello, la dirigente del PP en la Comunidad Valenciana se empeñó achacar la derrota del 28-A a la "mochila" del partido en la región y a la fragmentación del voto de derechas. Tras felicitar al PSPV y al president, Ximo Puig, porque "es de justicia y democracia", Bonig hizo hincapié en la escasa diferencia de escaños entre "el bloque de centroderecha y el de izquierda". El primero suma 47 escaños y el segundo 52.
"Pero el bloque de centroderecha lo lidera el PP; quiero que quede absolutamente claro", enfatizó. Según Bonig han sido cuatro años "muy duros para el PP; no ha sido fácil llegar hasta donde hemos llegado, con la historia y la mochila del PP, y especialmente del PP de la Comunitat Valenciana", zanjó.
Puig abre puerta a Podemos
La delicada situación de Bonig se ve agravada además por la posibilidad de que Podemos acceda al Gobierno autonómico. Hasta la fecha, la formación morada daba apoyo parlamentario al gobierno del PSPV-PSOE y Compromís. Sin embargo, ahora pretende integrarse en el futuro ejecutivo y Puig parece estar de acuerdo.
En diversas entrevistas en cadenas de radio y televisiones nacionales, el president de la Generalitat ha defendido este lunes se ha mostrado partidario de suscribir un nuevo pacto del Botánico, aunque con "tonalidades diferentes". Según Puig, el electorado valenciano quieren que haya una nueva reedición del acuerdo que le permitió gobernar hace cuatro años.
La delicada situación de Bonig se ve agravada por la posibilidad de que Podemos acceda al Gobierno autonómico. Hasta la fecha, solo daba daba apoyo parlamentario al gobierno del PSPV-PSOE y Compromís
Cabe destacar que, al igual que Compromís ha perdido dos escaños en comparación con 2015, Unidas Podemos-Esquerra Unida solo ha rascado 8 parlamentarios en Las Cortes, cinco menos que hace cuatro años. Pero el dirigente de Podemos en la la Comunidad Valenciana, Rubén Martínez Dalmau, -cuyo partido ha quedado en las autonómicas en sexta posición por detrás de Vox- ha asegurado que están contentos con los resultados, ya que los sondeos les daban por extinguidos.
Así las cosas Dalmau considera que los "grandes perdedores" de las elecciones valencianas han sido el PP de Bonig, Ciudadanos y Vox, que no podrán formar gobierno. De acuerdo a Puig, ahora tienen que "fijar las bases de esta nueva etapa", una etapa en la que la líder de Compromís, Mónica Oltra, podría repetir como vicepresidenta del Consell.
La presumible reedición del pacto del Botánico, el auge de Ciudadanos y la irrupción de Vox en Las Cortes con 10 escaños empujan a Bonig a caminar por la cuerda floja. Pablo Casado se vio obligado a contar con ella en el cartel autonómico para tratar de arrebatar la Generalitat a Puig, pero son pocos en Génova los que creen que la 'sorayista' pueda contar con una segunda oportunidad sin haber desalojado al dirigente del PSOE.
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