Volt Europa, el partido de la 'generación Erasmus' y la primera formación paneuropea que se presenta a las elecciones del 26 de mayo, tiene un sueño: “Hacer de Europa algo parecido a los Estados Unidos de América, pero con más igualdad de oportunidades”. El próximo 26 de mayo este nuevo movimiento se medirá en las elecciones europeas en ocho países. Entre ellos está España, donde Bruno Sánchez-Andrade, un ingeniero asturiano que construía teleobjetivos de los cohetes de la NASA, aspira a aterrizar en la Eurocámara. “Todos los partidos tienen unos intereses particulares, pero Volt no cree en esta mentalidad”, explica Sánchez-Andrade en conversación con Vozpópuli.
Volt es la primera formación que plantea el mismo programa en todos los países en los que se presenta, con listas formadas por ciudadanos de varias nacionalidades (en la que se presenta en España, por ejemplo hay italianos y franceses). Se definen como progresistas, aunque comparten ideas con los liberales en temas como la flexibilización del emprendimiento y la reducción de la burocracia. Quieren que la lucha por el cambio climático se convierta en eje de la agenda política europea y fomentar la digitalización del continente europeo. Pero más allá del programa, Volt tiene claro quién es su enemigo: "Estamos en contra de todos los nacionalismos”.
Las identidades no son excluyentes, pero el nacionalismo sí lo es”, afirma el candidato de Volt a la Eurocámara.
Este partido, fundado por tres menores de 30 años pocos días después del referéndum del brexit, aspira a crear el germen de un bloque contrarios a las ideologías que consideran reaccionarias, como las de Marine Le Pen y Matteo Salvini. También creen que la Unión Europea debe fortalecerse, por ejemplo con un ministerio de Exteriores y con políticas de defensa comunes.
“No se trata de ceder soberanía, porque ceder no es la palabra correcta. Hablamos de compartir la soberanía, porque somos todos ciudadanos europeos y es importante que tengamos una identidad activa europea”, afirma Sánchez-Andrade. “Las identidades no son excluyentes, pero el nacionalismo sí lo es”, añade este joven de 30 años.
Generación Erasmus
El grueso de este movimiento está formado por veinte y treintañeros. Entre ellos se comunican sobre todo en las redes sociales y Facebook, aunque en cada país --también en España-- tienen círculos y ya han celebrado hace pocos meses su primer congreso. “Un 80% de nosotros no ha militado nunca en política”, explica Sánchez-Andrade. La mayoría tienen un buen nivel de estudios, y el 26 de mayo esperan alcanzar los 250.000 votos necesarios para elegir al menos un diputado en la circunscripción española. En otros países, como Alemania y Bulgaria, sus expectativas son incluso mayores.
“No se trata de ceder soberanía, porque no es la palabra correcta. Hablamos de compartir la soberanía. Somos todos ciudadanos europeos y es importante que tengamos una identidad activa europea", afirma Sánchez-Andrade
Se les ha llamado como el partido de la 'generación Erasmus'. De hecho, aspiran a captar parte del voto de los residentes europeos que viven y trabajan en España. Pero también de los muchos latinoamericanos que residen en el país y que según los miembros de Volt son los más interesados en que la integración europea avance.
Aunque Sánchez-Andrade recuerda que en él militan también personas de avanzada edad comprometidas con la UE y asustados con los retrocesos. “En Holanda, por ejemplo, tenemos a un activista de 92 años que luchó en la Segunda Guerra Mundial contra el nazismo”, señala.
Senado europeo
El lema de Volt es “electrizar Europa”. Algo así como recuperar el espíritu comunitario y frenar el euroescepticismo. La tarea no es fácil. Los populismos llevan años de ventaja en su discurso rupturista. Se trata de darle la vuelta al relato, asumen en Volt. Y a eso se comprometen los militantes de este nuevo partido.
“Europa nació como estrategia para evitar otra guerra”, recuerda Sánchez-Andrade, que añade: “Sabemos que tenemos una herencia, por ejemplo instituciones divididas en varias ciudades, como Estrasburgo, Bruselas, etc., y entendemos que la gente se sienta alienada. Pero es por eso queremos más democracia, más poderes al Parlamento Europeo y la creación de un Senado común”.
"Creemos en un partido que defienda los intereses de todos los europeos", resume Sánchez-Andrade. Este es, quizás, el punto más relevante de su programa para los próximos cinco años si llegan a Bruselas, porque en Volt consideran que la búsqueda de la unidad europea es el verdadero antídoto al populismo soberanista, tanto de izquierdas como de derechas. Pero sin renunciar a lo que es su gran misión: “Los Estados Unidos de Europa”.
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